NI SE TE OCURRA
¡Atención conductor! Realizar esta maniobra tan habitual en la ciudad puede conllevar una multa de 500 euros
Aunque estacionar en sentido contrario al tráfico puede parecer una solución bastante conveniente en el momento, las consecuencias pueden ser significativas.
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En el caos diario de las grandes urbes, hallar un lugar para estacionar puede convertirse en una tarea titánica. Los conductores, agobiados por la escasez de espacio disponible, a menudo recurren a maniobras desesperadas para aparcar sus vehículos. Una de estas prácticas habituales, pero antirreglamentarias, es dejar el coche en sentido contrario al tráfico de una calle. Y es que, lo que podría parecer una solución temporal, también podríaacarrear sanciones económicas considerables.
Cada año, la policía de los distintos municipios de España impone varias decenas de miles de multas por estacionamiento indebido o en lugares no permitidos para ello. En ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, donde el espacio público para aparcar es de todo menos abundante, estos casos son frecuentes. Los usuarios de automóviles, en su afán por encontrar un sitio rápido y no frustrarse al volante, optan en ocasiones por meter su vehículo en cualquier plaza disponible, incluso si significa infringir las normas.
Según el Artículo 90.2 del Reglamento General de Circulación, en vías urbanas de doble sentido, cuando se pueda aparcar en la calzada o en su arcén, el vehículo debe situarse lo más cerca posible de su borde derecho. Este precepto tiene como objetivo garantizar la fluidez del tráfico y la seguridad de todos los usuarios de la vía. Sin embargo, muchos conductores desconocen esta regla o simplemente deciden ignorarla, lo que les expone a serias multas.
Aparcar en sentido contrario, más allá del riesgo que puede entrañar según la Dirección General de Tráfico, está tan prohibido como hacerlo en doble fila o sin dejar el espacio suficiente entre los coches colindantes. Se considera una infracción leve que conlleva una multa de 100 euros. No obstante, si un agente sorprende al conductor realizando la maniobra e invadiendo el carril opuesto para aparcar de esa manera, aumenta la gravedad de la acción y su sanción: 500 euros más la pérdida de 6 puntos del carnet.
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