Los ingenieros de Chevrolet tuvieron un gesto cortés con Porsche
No es broma: el Porsche 911 GT3 RS pudo marcar su tiempazo en Nürburgring gracias a Chevrolet
Como viene siendo la norma con cada nuevo deportivo, marcar un tiempo en Nürburgring es obligatorio. Porsche quería demostrar al mundo de lo que es capaz el nuevo 911 GT3 RS y acabó marcando un tiempo de infarto... Que no hubiera sido posible sin los ingenieros de Chevrolet que están desarrollando el Corvette ZR1.
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Parece mentira que en una empresa alemana, un pueblo conocido mundialmente por su rigurosidad, precisión y método en el trabajo, ocurran cosas como esta historia; menos aún que esa empresa sea Porsche, pero a veces lo improbable ocurre. En medio de la vorágine que conlleva el desarrollo de un nuevo modelo, no pueden faltar las visitas continuadas a Nürburgring; si ese nuevo modelo se trata de un deportivo de renombre que aspira a la élite, tendrá que visitar el Infierno Verde para marcar tiempos y eso es lo que hizo Porsche con el 991.2 GT3 RS.
Después de haber destrozado el cronómetro con el último 911 GT2 RS, una bestia turboalimentada con 700 CV de potencia, era el turno para su hermano: el 911 GT3 RS. Este sin turbos, con un seis cilindros bóxer atmosférico capaz de entregar hasta 520 CV y girar a 9000 rpm, y con todos los ingredientes para ser un devorador de circuitos. Con el coche listo, Porsche se presentó en Nürburgring a marcar un tiempo de vuelta. Sólo hubo un problema…
La marca de Stuttgart olvidó reservar el circuito. En su lugar, Chevrolet sí había hecho los deberes y tenían el Nordschleife a su entera disposición para poner a punto el Corvette ZR1; lo tenían alquilado durante todo el día, en el día que Porsche quiso probar de lo que era capaz su GT3 RS.
Sin embargo, los del fabricante estadounidense tuvieron un gesto cortés para con los alemanes y les cedieron el circuito durante una hora. Ese tiempo fue de sobra suficiente para que el Porsche 911 GT3 RSconsiguiese una vuelta de infarto en sólo 6:56.4 minutos con Kévin Estre al volante, un tiempo 24 segundos más rápido que el anterior GT3 RS.
Esta obra de buena fe de Chevrolet es un síntoma de la buena sintonía que se respira entre los ingenieros de desarrollo de distintos fabricantes, los cuales pasan largos períodos de tiempo en el famoso circuito poniendo a punto sus coches; una situación que propicia que, al final, todos se conozcan y acaben generando cierto grado de camaradería.
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