Una innovación para la seguridad de los ciclistas
El casco para ciclistas que se ilumina cuando frenas: una idea de premio
Livall, start-up nacida en 2015 y fabricante de cascos inteligentes, acaba de abrir su primera tienda físíca a nivel mundial en San Sebastián de los Reyes (Madrid).
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La movilidad ciudadana está cada vez más protagonizada por los ciclistas, un colectivo que crece diariamente en nuestras ciudades pero que también es usuario de otro tipo de vías como las interurbanas y las convencionales. A nadie se le escapa el hecho de que el ciclista es uno de los elementos más débiles cuando hablamos de seguridad vial, de ahí que cualquier esfuerzo para evitar situaciones de peligro sea bienvenido.
Livall, una start-up nacida en 2015, lleva desde entonces desarrollando y ofreciendo productos innovadores para los ciclistas, de manera que éstos puedan usar su medio de transporte favorito con la mayor seguridad posible. Uno de sus productos más relevantes y avanzados es su gama de cascos inteligentes, un medio de protección para los ciclistas que puede marcar la diferencia entre un susto y un lamentable accidente.
Livall cuenta ahora con su primera tienda física en España
Éstos cascos cuentan con una serie de sensores que permiten detectar cuando un ciclista ha sufrido una caída y, automáticamente, enviar un SMS de ayuda a un número de emergencias establecido previamente, un SMS que incluye además un enlace a Google Maps con la posición exacta de la caída con el fin de agilizar el proceso de rescate en caso de que sea necesario.
Con modelos como el el BH51M NEO o el EVO21, con precios que arrancan en los 129€, Livall va más allá ofreciendo un sistema de iluminación adaptativa que garantiza una correcta visibilidad y posicionamiento de los ciclistas respecto al resto del tráfico, que es capaz de determinar la posición de los ciclistas de manera mucho más rápida y sencilla.
Diversos sensores ubicados en la estructura de éstos cascos permiten, por ejemplo, encender una intensa luz roja cuando el ciclista está ralentizando su velocidad, de manera análoga a la luz de freno que todos conocemos en nuestros vehículos a motor. Eso no es todo: gracias a un mando inalámbrico ubicado en el manillar de la bicicleta, el ciclista puede incluso activar luces direccionales intermitentes para indicar, de manera anticipada, su intención de girar hacia una u otra dirección.
Tras recibir el Premio AXA Innovación y Desarrollo en la Seguridad Vial de la 13ª edición de los Premios Ponle Freno, Livall ha abierto su primera tienda en formato físico a nivel mundial, un hecho que se ha producido en nuestro país, concretamente en la localidad de San Sebastián de los Reyes (Madrid), donde cualquier interesado en esta tecnología puede acercarse para conocer, de primera mano, las características de estos productos que, desde hace 6 años, pretenden mejorar la convivencia entre todos los usuarios de las vías urbanas.
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