Ciclista o coche, ¿quién tiene prioridad en las rotondas? [VÍDEO]

Las carreteras no están pensadas para acoger únicamente vehículos a motor. De hecho, los ciclistas son un elemento más de nuestras vías, elemento mucho más débil y frágil en caso de incidente. Los conductores, en la mayoría de las ocasiones, nos encontramos a los ciclistas en vías urbanas o en carreteras comarcales, pero es más raro encontrarnos con ellos en situaciones como una rotonda.

¿Sabes como manejar una situación así? No hay problema. Pese a no ser muy habitual, es conveniente tener muy claro cómo actuar en caso de encontrarnos ya no sólo con un ciclista, sino con un pelotón de bicicletas en una glorieta. Una mala decisión puede ser fatal, por lo que la precaución (y el sentido común) imperan cuando nos enfrentamos a algo así.

Si se trata de un ciclista únicamente, éste ha de ceñirse a las normas de circulación, de forma que en la entrada de una rotonda, tendrá que esperar a que pasen los vehículos que se encuentren en su interior antes de poder incorporarse. Una vez dentro, el ciclista disfrutará de la misma preferencia que cualquier otro vehículo normal.

Si por el contrario se trata de un pelotón, la cosa se complica un poco más, aunque cómo hemos dicho, impera la lógica. El pelotón se comporta, a efectos de normativa, como un único vehículo, de forma que si el primer ciclista ya se ha incorporado a la glorieta, el grupo completo tiene preferencia sobre el resto de vehículos de la rotonda, teniendo estos que ceder el paso incluso si se encuentran en el interior de la misma.

Así, hasta que el último ciclista del peatón no se haya incorporado a la rotonda, los vehículos a motor no podrán reiniciar la marcha, siempre con especial precaución al rodar próximos a un grupo de personas que no cuentan con la misma protección que los ocupantes de un vehículo.

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