Citroën repasa cuatro décadas de concept-cars

Las marcas tienen numerosas ideas para sus modelos. Pero a veces también imaginan cómo sería un coche que nunca llegaría a hacerse realidad. Citroën tiene una larga historia de diseños de concept-cars. Durante décadas, la firma gala ha presentado diseños muy variados de cómo serían vehículos que nunca llegarían a comercializarse. Ahora, rememoran todas estas ideas haciendo un repaso a su larga trayectoria en el campo.

Aunque la marca ya había desarrollado algunas ideas previamente en los 50 y 60, el primer concept-car propiamente dicho fue el Karin. Citröen lo llevó al Salón de París de 1980, en el que, lejos de presentar un nuevo modelo, sorprendió a todos con este vehículo del que no había planes para ser llevado al mercado. El Karin, con sus formas trapezoidales y su estética de pirámide sobre ruedas, daba una visión inaudita sobre lo que deberían ser los automóviles en las siguientes décadas.

Más adelante, en 1988, la firma sacó el Activa 1, que ponía en escena la suspensión hidractiva con sistema antideslizamiento, que después equiparía tanto el Citroën XM como el Xantia.

La aerodinámica es también el aspecto clave de concepts como el C-Metisse, que, en 2006, apostaba por un estilo audaz y por ofrecer cifras dignas de un deportivo con un consumo moderado, gracias a su bajo peso y su motorización eficiente. Una línea que siguió, en el mundo virtual, el GTbyCitroën, con un diseño poderoso y robusto pensado para optimizar las prestaciones y la estabilidad en el videojuego Gran Turismo 5.

En 2010, Citroën presentó los concept-car Revolte y Survolt para romper clichés sobre una movilidad eléctrica aburrida, apostando por unos vehículos eléctricos e híbridos enchufables con un diseño atractivo y altas prestaciones. Posteriormente, y siguiendo esta línea, el CXperience Concept (2016) añade a la velocidad máxima, la potencia y el placer de conducir la filosofía del programa Citroën Advanced Comfort.

Entre los modelos que también han sido propuestos se encuentran C-Buggy, presentado en el Salón de Madrid de 2008, el Tubik, inspirado en el furgón de 1948 Tipo H y pensado para devorar kilómetros con un confort total, o el Cactus M de 2015.

La electrificación, presente

Los eléctricos también han sido parte fundamental de los concept-cars galos. En el 2000, Renault ya presentó el Osmose, que, entre otras características, adelantaba la posibilidad de reservar un automóvil para un recorrido determinado a través del teléfono móvil, además de incorporar pantallas táctiles, sistema de visión trasera por cámara, pantalla con información de tráfico, e hibridación con modo sólo eléctrico.

El último eslabón de esta cadena es el Ami One Concept, embrión del último lanzamiento de la marca, ofrece una nueva alternativa de movilidad urbana, apostando por el vehículo compartido, la conducción autónoma y la conectividad. Para los viajes y desplazamientos más largos, también es posible apostar por el 19_19 Concept, que da un enfoque novedoso a la autonomía, el confort y las prestaciones.