Aprende todo lo que puede hacer el navegador por ti mientras conduces
Claves y consejos para sacarle todo el partido al navegador de tu coche
El navegador es uno de los grandes aliados de los conductores pero también puede ser un elemento ‘peligroso’. Os ofrecemos algunos consejos y trucos para que lo aprovechéis al máximo.
Publicidad
Fiel y cómplice compañero de viaje, el navegador se ha convertido en todo un indispensable en nuestro vehículo. Ya sea integrado en el equipamiento del automóvil o como un producto externo, este sistema hace años que se estableció como el complemento perfecto antes de iniciar un viaje. Sin embargo, también se puede convertir en toda una pesadilla en el caso de no comprender su utilización.
Es importante que antes de hacer el primer viaje nos familiaricemos con su correcto funcionamiento, para conocer los entresijos del aparato, sus modos básicos y la programación del mismo. Recordemos que, según la normativa actual, el empleo del GPS mientras se está conduciendo acarrea una sanción de 200 eurosy la pérdida de tres puntos en nuestro carnet, algo que se podría endurecer en la próxima revisión que planea realizar la DGT. Distraernos durante 'solo' 3 segundos por manipular el navegador a una velocidad de 120 kilómetros por hora supone recorrer una distancia de más de 100 metros.
Algunos productos cuentan con la posibilidad de introducir instrucciones por voz. Aprovéchala, incluso en los semáforos, ya que puedes ser multado incluso estando detenido si te sorprende un agente de la autoridad manipulando el GPS.
‘Gana’ perdiendo una hora conociendo a tu GPS:
El primer consejo es que, además de conocer la interface de nuestro navegador (ya sea integrado, portátil o de aplicación en smartphone), debemos asegurarnos de tener instalada la última versión de software y de cartografía, especialmente en el caso de los modelos comerciales de GPS. Debemos hacer prevalecer el sentido común y la normativa de tráfico ya que estos sistemas no poseen ‘la verdad absoluta’.
Aunque los productos más modernos suelen permitir su actualización a través de WiFi, en el caso de los más veteranos será necesario conectarlos a través de USB para que el asistente mantenga al día los mapas que tenemos preinstalados en el navegador. De hecho, algunas marcas suelen ofertar mapas de actualización 'de por vida', algo que te permitirá poder disfrutar de nuevas actualizaciones sin necesidad de preocuparte demasiado.
Saca partido a todas las opciones:
Es importante programarlo antes de comenzar nuestro camino y asegurarse de que hemos seleccionado nuestro destino de forma correcta, observando al menos los puntos más importantes de la ruta programada por nuestro GPS y elementos como la presencia de peajes, carreteras sin pavimentar, zonas con obras, posibles gasolineras o lugares donde detenernos para descansar. Muchos de ellos nos permiten elegir entre ruta más rápida, más económica o más corta, así como alternativas si nos encontramos posteriormente una zona de obras o cortada por el tráfico.
Si viajamos a otros países es necesario asegurarnos de que se utiliza el mismo sistema de unidades (millas por hora o kilómetros por hora), así como informarnos de límites de velocidad de las distintas carreteras. Por ejemplo, los navegadores suelen actualizar automáticamente la reducción del límite para las vías convencionales en Francia, pero nunca está de más asegurarse de ello para evitar posibles disgustos que nos toquen el bolsillo.
Si bien la mayoría de navegadores tienen una gran capacidad para encontrar direcciones concretas en ciudades y poblaciones, en ocasiones nos encontramos con dificultades para seleccionar un destino en una aldea o en uno de los muchos grupos de casas dispersos que nos encontramos en España. Para ello, se pueden utilizar las funciones que permiten seleccionar un punto en el mapa, buscando en este caso la referencia más próxima y colocando después el destino pinchando de forma manual sobre el mapa. La gestión de favoritos, del apartado 'casa', o la utilización de destinos recientes nos pueden ayudar a hacer todavía más rápida su manipulación.
Sitúalo bien y no lo dejes nunca a la vista de los ladrones:
Es conveniente perder un par de minutos la primera vez que vayamos a hacer uso del GPS para encontrar la posición más correcta, tanto si se trata de un navegador portátil como del soporte para el smartphone o tableta. No se deben situar en lugares en los que limite nuestro campo de visión y se recomienda que tampoco se encuentren en la trayectoria de despliegue del Airbag.
En el caso de que lleve cable de alimentación, habrá que encontrar una forma en la que no nos moleste al hacer uso de la palanca de cambios o de otros instrumentos de la consola central. También es importante ajustar el volumen antes de emprender la marcha, asegurarse de que no produzca reflejos molestos y de que tenemos el 'modo noche' activado, una skin que evita que cuando conducimos en la oscuridad nos moleste la retroiluminación o los colores del modo convencional.
Es recomendable que el navegador no se guarde en el coche una vez terminado su uso, e incluso desde los organismos de seguridad suelen recomendar que se tenga cuidado a la hora de borrar la marca que deja la ventosa en el parabrisas, para evitar dar pistas a los posibles amigos de lo ajeno. Debido a su posición en el coche, es normal que el aparato se recaliente. En muchos casos cuentan con una programación que les lleva a detener la carga de batería al alcanzar determinada temperatura de funcionamiento. Uno de los trucos para enfriarlo es utilizar el aire acondicionado con las salidas del parabrisas para reducir la temperatura unos grados de manera más rápida.
Publicidad