MARCAS CHINAS EN EUROPA
Coche chino, ¿amigo o enemigo? Las marcas chinas podrían salvar las fábricas de coches en Europa, y España es un ejemplo
Los constructores del gigante asiático quieren trasladar parte de sus trabajos a nuestro continente para evitar los aranceles de importación. En la Zona Franca de Barcelona ya se ha firmado una colaboración entre la española Ebro y la china Chery.
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El mercado europeo está siendo arrasado por coches chinos como BYD, SAIC o BAIC. Los fabricantes del gigante asiático llevaban años de ventaja en el desarrollo de tecnologías automovilísticas sostenibles, esperando su momento de expansión al continente vecino. Y ese momento ha llegado. Sin embargo, para proteger los productos locales, Europa impone a los constructores chinos unos aranceles de importación que encarecen sus modelos, aunque incluso así continúan teniendo un precio competitivo. Pues bien, parece que han encontrado la manera de no pagar estos impuestos.
Un beneficio mutuo
Los fabricantes europeos veían a los chinos como un serio peligro. Amenazaban el status quo de la industria del automóvil del continente (una de las más antiguas, prestigiosas y que más dinero genera). Así que para las marcas el desembarco masivo de los modelos del gigante asiático era un problema. Ahora, sin embargo, podrían ser parte de la solución. Los chinos comprarían las fábricas que las compañías quieren cerrar en lo que se llama un win-win, un acuerdo en el que ambas partes ganan.
Los chinos comenzarán a construir sus coches en el continente, evitando los aranceles de importación y logrando precios aún más competitivos para sus coches que, logicamente, aumentarían el ritmo de ventas. Por su parte, las marcas europeas no cerrarían sin más sus fábricas, sino que las venderían obteniendo un rédito económico y regateando una sucia mancha reputacional por los miles de despidos. Pues no solo traspasarían a los chinos las factorías, sino también sus empleados.
Más de nuevos 10.000 parados
Ya han salido a la luz los casos concretos de fábricas en los que ésto podría suceder, todas ellas pertenecientes al Grupo Volkswagen y en territorio alemán. En Emden, con 8.600 empleados; en Osnabrück con 2.300 y en Dresden con 340. La marca alemana tiene interés en cerrar estas factorías y las empresas chinas estarían al acecho. Hasta ahora, la que más ha mostrado intención de establecerse en Europa ha sido BYD.
Ya existe algún claro ejemplo del aterrizaje de constructores chinos en fábricas europeas. En diciembre de 2021, Nissan abandonó la suya en la Zona Franca de Barcelona y en abril de 2024 la empresa española Ebro y la china Chery (la de los Omoda o Jaecoo) certificaron un acuerdo de colaboración para usar dicha fábrica. Así, se retituirían buena parte de los 1.600 empleos perdidos por el cierre de Nissan y Chery podría evitar aranceles en sus coches. Lo dicho, un win-win en toda regla.
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