ITV DESFAVORABLE
Si tu coche no pasa la ITV, estos son los casos en los que debes repararlo o desecharlo
¿Le ha llegado la hora a tu coche o todavía puedes salvarlo? Si no pasa la ITV, esto es lo que debes valorar para decidir.
Publicidad
La Inspección Técnica de Vehículo (ITV) es un termómetro preciso para calibrar la salud actual de tu coche. No tanto porque la revisión mecánica te dé una fotografía de cómo se encuentra, sino porque en ocasiones el resultado de la ITV coincide con ese estado general del coche.
No obstante, y por el motivo que sea, tu vehículo puede no pasarla cuando parece estar bien y esto te supondría un problema importante. Y es que no podrías circular por carretera a menos que lo hagas para ir a tu taller de confianza o volver al centro ITV a pasar la inspección.
Cuándo reparar tu coche tras una ITV desfavorable
Es preciso indicar algunas razones que pueden llevar a tu vehículo a un resultado desfavorable en la ITV: un retrovisor roto, un faro estropeado, mal estado de los frenos, presencia de elementos no homologados, uso de ruedas desgastadas o distintas en el mismo eje, problemas de emisiones contaminantes o fallos en el sistema de amortiguación. Dicho esto, es recomendable optar por repararlo si la solución o soluciones no suponen un coste económico demasiado elevado.
Por ejemplo, reemplazar un faro puede suponer el desembolso de entre 100 y 400 €. Un retrovisor tampoco es excesivamente costoso y en el peor de los casos, si hablamos de uno de cámara, puede rondar los 700 €. Cambiar un amortiguador se mueve en una banda comprendida entre los 225 y 350 €, mientras que unas pastillas de freno nuevas suelen costar algo más de 100 €. Si resolver estas deficiencias no te supone un esfuerzo económico y de tiempo excesivo, no dudes en solucionarlas y darle un soplo de aire fresco a tu coche. Esto es así incluso aunque varias de estas cosas se acumulen una sobre otra.
Cuándo desechar tu coche tras una ITV desfavorable
Si tu vehículo tiene ya una cierta antigüedad que pesa a sus componentes en forma de reparaciones recurrentes, si incumple la normativa de emisiones medioambientales o si ha sufrido un accidente grave recientemente que le haya provocado daños irreversibles, entonces es el momento de desecharlo definitivamente. Para ser más precisos, si las reparaciones citadas suponen un coste superior al de su valor de mercado es un claro mensaje de que debes deshacerte de él.
La única excepción que aquí podrías tener en cuenta es cuando la reparación se debe al desgaste de un componente caro que ha cumplido un ciclo vital muy largo. Por ejemplo, un volante bimasa con kit de embrague sumado a la mano de obra puede irse a los 1.500 euros en algunos casos. Pero si el motivo del cambio tiene que ver con que ha cumplido sus 250.000 km, no hay motivos para pensar que el coche se encuentra en un mal estado general.
Si volvemos a los accidentes, estamos hablando del caso en el que el seguro ha declarado tu coche siniestro total, no de la pérdida de un parachoques que se puede reemplazar con facilidad. Ten en cuenta que circular con tu vehículo siniestrado, demasiado anticuado o con múltiples averías puede suponerte multas de entre 20 y 30.000 €, además de la obligación de seguir pagando el impuesto de circulación.
Así que si te encuentras con un resultado desfavorable de tu coche en la ITV, no dudes en resolver los problemas que haya documentado lo antes posible y dentro del plazo de dos meses máximo que, por lo general, está marcado en las diferentes regulaciones autonómicas.
Publicidad