¿CONOCÍAS SU EXISTENCIA?

Combustible de invierno: desde cuándo puedes pedirlo

Muchos usuarios no lo saben, pero lo cierto es que posiblemente ya estén repostando combustible de invierno en sus vehículos. ¿Sabías que existía?

Repostaje en gasolinera

Repostaje en gasolineraCentímetros Cúbicos

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Los combustibles, al igual que los coches, también han evolucionado en las últimas décadas. No solo se han optimizado para mejorar el rendimiento del motor y reducir las emisiones contaminantes, sino que también se han adaptado a las condiciones climáticas. Hoy en día, en España, existen versiones de combustibles específicas para verano e invierno, lo que demuestra cómo la industria ha refinado sus procesos para ofrecer productos más eficientes y seguros.

En el pasado, los combustibles eran relativamente simples en cuanto a su composición. Sin embargo, las normativas medioambientales más estrictas y la demanda de motores más eficientes impulsaron a los fabricantes a mejorar su formulación. De esta manera, se han ido añadiendo aditivos para limpiar los inyectores, prevenir la corrosión y optimizar la combustión. Además, los combustibles actuales están diseñados para generar menos residuos y funcionar en condiciones más exigentes, como motores turboalimentados y sistemas de inyección directa.

Uno de los avances más importantes ha sido la creación de biocombustibles, mezclas que incluyen componentes de origen vegetal como el biodiésel o el bioetanol. Estos se han integrado progresivamente en las gasolinas y gasóleos tradicionales para reducir la huella de carbono. También han surgido combustibles sintéticos y experimentos con hidrógeno, aunque aún en fases tempranas de adopción masiva.

¿Existen combustibles de invierno?

Una particularidad en España es la diferenciación entre los combustibles de verano e invierno, una práctica que se implementa según las temperaturas predominantes en cada estación. Exolum, el principal distribuidor de combustibles del país, ajusta la composición de la gasolina y el gasóleo para adaptarse a estas condiciones.

  • Gasolina de invierno: Entre octubre y mayo, la gasolina se formula para ser menos volátil, reduciendo así la evaporación y la formación de gases inflamables. Esto es crucial, ya que los gases de la gasolina pueden ser más peligrosos que el propio líquido debido a su alta inflamabilidad.

  • Gasolina de verano: Tiene menos presión de vapor que la de invierno para evitar problemas de evaporación en altas temperaturas. Este ajuste minimiza las emisiones de compuestos volátiles, mejorando la seguridad y a la vez reduciendo el impacto ambiental.

En el caso del gasóleo, se añade un anticongelante que disminuye la temperatura de cristalización, evitando que el combustible se solidifique en los conductos o filtros. Esto es especialmente importante en invierno, cuando las temperaturas pueden descender por debajo de los 0 grados.

A diferencia de lo que algunos conductores podrían temer, usar combustible de verano en invierno o viceversa no supone ningún daño para los motores de gasolina o diésel. De hecho, estos cambios están diseñados para proteger la mecánica del vehículo y optimizar su rendimiento según las condiciones climáticas.

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