NUEVAS BATERÍAS PARA EV
Un componente que puede cambiar el coche eléctrico para siempre: llegan las baterías de aluminio
Un grupo de científicos de China han desarrollado un elemento que promete acabar con las deficiencias más pronunciadas de las de iones de litio.
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Cada día se suceden avances importantes en lo que respecta a la movilidad eléctrica. No en vano, las instituciones están fijando crecientes restricciones y tanto universidades como empresas están destinando recursos a encontrar la manera de adaptarse a ellas. Uno de los últimos hitos producidos es la llegada de las baterías de iones de aluminio. Un grupo de científicos de China han dado forma a este componente que promete dar respuesta a las necesidades de los conductores con respecto a los coches eléctricos. Una de ellas es la durabilidad, ya que dura hasta diez veces más que una de iones de litio.
Otros de esos defectos son los elevados costes de producción y la autonomía que brindan a los EV. Dicho esto, los investigadores han conseguido que su batería aguante más de 10.000 ciclos de carga y perdiendo solamente menos de un 1 % de su capacidad energética. O lo que es lo mismo, que después de 10.000 cargas y descargas la autonomía solamente se ha reducido menos de un 1 %. Un gran paso adelante teniendo en cuenta que las baterías de iones de litio suelen deteriorarse tras 1.000 ciclos de carga, de ahí lo comentado en el párrafo anterior de que la durabilidad de las de iones de aluminio duran hasta diez veces más.
La clave: el cambio de un electrolito líquido por uno sólido
En estos descubrimientos, el cómo es tan importante como el qué. Por ello, hay que indicar que los investigadores sustituyeron un electrolito líquido - inestable y corrosivo - por otro sólido combinado con una sal especial. Simultáneamente, los electrodos fueron recubiertos de una fina capa protectora que evita la formación de cristales de aluminio, que es lo que explica principalmente la pérdida de eficiencia. Por lo tanto, una batería de aluminio podría durar prácticamente lo mismo que el ciclo de vida útil del vehículo que la equipara, pudiendo aguantar más de diez años y acumular miles de kilómetros.
El hecho de que el aluminio sea más suministrado, económico y sencillo de reciclar hace que implique unos menores costes de producción y, al mismo tiempo, suponga un menor impacto medioambiental. También es loable el hecho de que no dependan de materiales inflamables, por lo que acaban con el riesgo de incendio por sobrecalentamiento y aportan más estabilidad térmica.
No obstante, aún falta trabajo por hacer con las baterías de iones de aluminio, ya que aún hay aspectos por optimizar como la densidad energética y los ciclos de vida. De esta forma, se podrá conocer la cantidad de energía que puede almacenar, la autonomía que puede homologar en ciclo WLTP y la capacidad de mantener su rendimiento invariable en condiciones de temperaturas extremas y de uso intensivo.
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