El Reglamente General de Circulación es el encargado de regular el comportamiento de todos los conductores que circulan por nuestras carreteras, mientras que asegurarse de que la normativa se cumple es tarea de los agentes de la autoridad.

  • Son muchas las infracciones que podemos llegar a cometer con nuestro coche, pero algunas pueden llegar a ser tan graves que pueden mandarnos directamente al calabozo. Aquí tienes estos ejemplos. VER VÍDEO.

1. Exceso de velocidad

El exceso de velocidad es, posiblemente, la causa más conocida. De cualquier manera, no es lo mismo superar el límite de velocidad por 10 km/h que por 60 km/h...y así lo refleja la normativa. Cuando se supera la velocidad en más de 60 km/h en vías urbanas o en más de 80 km/h en vías interurbanas es posible recibir una pena de prisión que va de 3 a 6 meses. Además, se podrá retirar el permiso de conducción hasta por 4 años.

2. Negarse a las pruebas de alcoholemia o drogas

Las pruebas de alcohol y drogas llevan mucho tiempo demostrando su efectividad, detectando a cientos y cientos de conductores que ponen en riesgo su vida y la de los demás por el simple hecho de coger el coche bajo el efecto de éstas sustancias. Sin embargo, un conductor también tiene derecho a negarse a realizar las pruebas, en cuyo caso podrá ser sancionado con una pena de prisión de hasta 1 año de duración.

Control de alcoholemia.
Control de alcoholemia. | Pixabay

3. Conducción sin carné

Si el saldo de puntos del carné ha llegado a cero, se te ha retirado el carné o nunca has llegado a obtenerlo y te "pillan" conduciendo, estarás cometiendo un delito tan grave que se te puede imponer una pena de prisión de hasta 2 años. Recuerda que antes de perder todos los puntos del carné puedes realizar un curso de recuperación, o estar 3 años sin recibir ninguna sanción que comporte pérdida de puntos.

4. Conducción temeraria

Se considera conducción temeraria aquella que genera un riesgo o peligro por la forma de conducir, y que puede afectar tanto al propio conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de usuarios de la vía. Si además se ha producido un desprecio manifiesto por la vida de los demás, la pena de prisión puede alcanzar los 5 años, convirtiéndose en una de las sanciones más altas que puede recibir una persona al volante de un vehículo.