UN SENCILLO TRUCO
Comprobar la salud del embrague sólo te llevará unos segundos… y ahorrarás cientos de euros
Con un uso correcto, el embrague puede acompañarnos durante 200.000 o 300.000 kilómetros: en caso contrario puede que no dure más de 100.000.
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Un mantenimiento constante y adecuado es un seguro de vida para tu coche: esperar a que algo se rompa o deje de funcionar no es la mejor manera de cuidar tu vehículo y tu economía. Razones de peso para llevar a cabo una serie de comprobaciones periódicas con las que podremos saber en qué estado se encuentran ciertos componentes. Evaluar la salud del embrague sólo te llevará unos segundos (y te ahorrarás cientos de euros).
Lo habitual es que cada marca o fabricante establezca los plazos de sustitución de cada pieza. En el caso del embrague influyen, además, nuestras formas: si evitamos una mala praxis, nos acompañará durante más de 200.000 o 300.000 kilómetros. Sin embargo, si no lo cuidamos puede que llegue, a duras penas, a los 100.000.
Un truco sencillo y breve
Comprobar si estamos acortando su vida útil con determinados gestos es un proceso tan sencillo como breve. Basta con buscar un lugar llano con suficiente espacio de seguridad: con el coche encendido y el motor en marcha, mete la marcha más larga (quinta o sexta) y suelta el pedal de golpe. Si el coche se cala de forma inmediata, el embrague está en buen estado.
¿Y si tarda? El embrague está patinando y te está avisando de que no funciona correctamente. Esto también podemos comprobarlo al acelerar cuando el motor se revoluciona más de lo normal, pero el coche no gana velocidad de manera proporcional: la potencia no llega de forma tan directa desde el motor hasta las ruedas debido a ese patinaje.
Cambiar el embrague
El precio de esta avería dependerá de la potencia de tu coche (cuanto mayor sea, más caro será) y del embrague: los bimasa (cuentan con dos volantes de inercia en lugar de uno) tienen un coste superior a los normales. Sea como sea, no es una operación barata ya que, como mínimo, tendrás que desembolsar 700 euros (precio total) para los modelos más sencillos aunque los más prestacionales pueden superar los 2.000 euros. Y en el caso de los embragues bimasa tendrás que sumar un sobrecoste que oscila entre los 300 y los 400 euros.
Cómo cuidar el embrague
Para evitar esos elevados desembolsos hay gestos que podemos evitar para preservar la vida útil del embrague de nuestro coche. Es aconsejable encontrar el equilibrio entre el acelerador y el embrague para no pisarlos a la vez, sino ir pisando el primero y soltando el segundo de forma coordinada.
Por otro lado, hay que evitar acelerar con el embrague pisado o circular con el pie izquierdo apoyado sobre su pedal. Olvídate de salir a toda velocidad cuando arranques en cuesta o esté parado (en los semáforos, por ejemplo) e intenta no subir el vehículo a los bordillos.
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