SEGÚN LA DGT
Conducir con viento: 7 consejos para no jugársela
Las autoridades recomiendan no circular con el coche cuando las rachas superen los 70 km/h, pero si no puedes evitarlo… toma nota de estas recomendaciones.
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Con el otoño llegan fenómenos meteorológicos que pueden afectar a la conducción y uno de ellos es el viento porque es una amenaza invisible, que, además, es difícil de prever. Ponerse al volante cuando las rachas superan los 70, 80 o los 100 km/h supone un riesgo elevado para la seguridad de los ocupantes del coche y del resto de usuarios de la vía. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) da una serie de consejos para conducir con viento. VER VÍDEO DE ARRIBA.
1. Evitar el coche
El primero de ellos va dirigido a aquellos conductores cuyo trayecto es prescindible: cuando la velocidad del viento supera los 70 km/h lo más aconsejable es dejar el coche en casa. No sólo es peligroso, también se consume más combustible.
2. Marchas cortas
Si vas a conducir con viento, es recomendable hacerlo con un régimen alto de revoluciones porque controlar el coche será más sencillo. Esto hay que combinarlo con una velocidad reducida que proporcionará un mejor agarre a la carretera y reacción ante una ráfaga fuerte.
3. El volante
Para que los cambios en las rachas no se traduzcan en bandazos, sujeta el volante con fuerza y al corregir la dirección del coche hazlo con movimientos suaves.
4. Adelantamientos
El viento jugará en tu contra a la hora de medir la maniobra: si viene de frente te frenará y si es lateral tendrás que medir muy bien las distancias para no acercarte demasiado al vehículo que pretendes rebasar. En este último caso podrás enfrentarse a dos situaciones: cuando el viento llega por la izquierda te empujará hacia el vehículo que quieres rebasar y cuando lo hace por la derecha, el empuje desaparece al llegar a la altura del otro coche y corriendo el riesgo de ser absorbido. Además ten en cuenta que la racha aparecerá de nuevo cuando termines el adelantamiento dificultando el regreso a tu carril.
5. El centro del carril
Lo más aconsejable es circular por la parte central del carril para evitar que el empuje lateral te lleve a los extremos. Y es que una ráfaga inesperada puede provocar una salida o la invasión del carril contrario.
6. Túneles y puentes
Los túneles son zonas en las que el coche está a salvo del viento, pero las cosas cambian cuando los abandonas porque se desconoce si la fuerza es mayor o si ha cambiado de dirección. Por otro lado, los puentes pueden ser lugares críticos ya que el vehículo está más expuesto a sus efectos.
7. Cuidado con los obstáculos
No pierdas la atención en la carretera puesto que el viento puede causar la caída de árboles, el desplazamiento del mobiliario urbano como, por ejemplo, los contenedores, la aparición en el asfalto de hojas, arena, bolsas… Esto hará que pierdas adherencia e, incluso, puede causar un accidente.
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