SEGÚN UN ESTUDIO DE FESVIAL
Conductores más agresivos y distraídos a bordo de coches peor mantenidos: las consecuencias visibles del coronavirus
La Fundación Española de Seguridad Vial (Fesvial) analiza las secuelas que está teniendo la pandemia entre los conductores.
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A estas alturas todos tenemos algo claro: el coronavirus ha provocado un giro de 180 grados en nuestras vidas y ha afectado a todas las parcelas de las mismas. Y ahí están incluidas nuestras formas al volante. La pandemia ha cambiado a los conductores… y también a sus vehículos. Esta es la principal conclusión que se desprende del estudio llevado a cabo por la Fundación Española de Seguridad Vial (Fesvial) que analiza las secuelas de lo vivido en 2020 y 2021.
Comencemos analizando el estado de la seguridad vial para, después, estudiar el papel que jugamos como conductores. Estos días, la Dirección General de Tráfico desvelaba que, este verano, la siniestralidad ha descendido: en julio y agosto se han registrado once víctimas mortales menos que en el mimo período de 2020 y 24 menos que en 2019. Es este el año de referencia puesto que el pasado verano la pandemia dibujó un escenario que no es el habitual.
No en vano, los desplazamientos de largo recorrido se redujeron un 25%. Las limitaciones provocaron la menor cifra de vidas perdidas desde que existen registros: en 2020, 1.370 personas fallecieron en accidentes de tráfico, es decir, 385 menos que en 2019. Traducido esto a porcentajes supone un descenso del 22%. Cifras que suponen buenas noticias, pero que debemos tomar con calma. La razón es simple: los conductores circulan más distraídos y prestan menos atención al mantenimiento de su vehículo.
Consecuencias visibles
Como decíamos al arrancar, Fesvial ha realizado más de mil encuestas durante la primavera de 2021 para conocer los problemas experimentados por los conductores en la pandemia. Las consecuencias visibles del coronavirus son palpables en el mundo del motor: tenemos más problemas para descansar, sentimos más cansancio, nos distraemos más y han aumentado las infracciones involuntarias.
El informe destaca que una sociedad conduce como vive. O lo que es lo mismo: nuestras formas al volante, las causas que provocan los accidentes y la tipología de los mismos están influidos por los acontecimientos que rodean a la persona que ocupa la posición del conductor. Indudablemente, la pandemia del coronavirus ha incidido de forma directa.
Conductores y vehículos
Así las cosas, el estudio de Fesvial no sólo desvela que, tras el COVID-19, los conductores están más distraídos, más estresados y más agresivos… también desvela otro preocupante dato. El consumo de ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos se ha multiplicado con graves efectos sobre la conducción y, además, hay más personas que se ponen al volante bajo los efectos de alcohol y drogas.
A esto hay que añadir el efecto de los problemas económicos. Muchos conductores han perdido su trabajo o han vivido medidas que les han mantenido al ralentí: esto ha provocado que dejemos de lado tareas con un coste económico como el mantenimiento del vehículo incrementando, así, el riesgo de producirse un accidente de tráfico. La seguridad vial es, sin duda, una de tantas damnificadas por la pandemia.
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