La Guardia Civil alerta del peligro
Los 5 consejos que nos recuerda la Guardia Civil para evitar un accidente al circular sobre hielo
El peligro de circular sobre hielo: la Guardia Civil hace hincapié en nuestra seguridad y nos recuerda cinco consejos clave para circular en superficies heladas minimizando los riesgos.
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La conducción sobre hielo, especialmente para aquellos conductores que no están acostumbrados a circular sobre superficies heladas y carreteras en las que la nieve y el hielo hacen acto de presencia de forma habitual, es muy complicada y peligrosa. El hielo no suele dar segundas oportunidades: si atraviesas una placa de hielo y no haces las cosas bien, lo más probable es que sufras un accidente.
Por eso, la Guardia Civil nos recuerda 5 claves para circular sobre el hielo evitando en la medida de lo posible los riesgos implícitos de este tipo de terrenos. VER VÍDEO DE ARRIBA.
- Marchas largas
Las marchas largas implican enviar menor nivel de potencia y fuerza a las ruedas siempre que circulemos a bajas velocidades, lo que supone circular con un menor riesgo de deslizamiento por exceso de potencia en las ruedas motrices. Por eso, es recomendable, incluso, iniciar la marcha en segunda velocidad, haciendo patinar ligeramente el embrague.
- Velocidad limitada
La velocidad máxima es una de las principales claves: si quieres evitar sustos, no superes, en carreteras convencionales, los 50 km/h siempre que la superficie esté totalmente helada. Con ello dispondrás de mayor tiempo de reacción en caso de un susto por culpa del hielo.
- Distancia de seguridad
La distancia de seguridad se revela como un auténtico salvavidas. Sirva como ejemplo una frenada de emergencia: aplicando la fuerza de frenado a tope, aunque nuestro vehículo disponga de ABS, la distancia de seguridad se puede alargar tanto que puede llegar a triplicarse respecto al asfalto seco. Por eso, aumenta todo lo posible la distancia de seguridad con el vehículo precedente.
- Movimientos suaves
Los movimientos suaves con el volante y los frenos implican un menor estrés en los neumáticos que, al fin y al cabo, son los únicos responsables de mantener el vehículo en contacto con el suelo. Por eso, si puedes evitar maniobras bruscas garantizarás un mayor agarre en los neumáticos.
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