ECONOMÍA
La contradicción del diésel: ¿por qué ha bajado de precio si, teóricamente, hay menos?
El 5 de febrero entró en vigor la prohibición de importar diésel y derivados del petróleo procedentes de Rusia. Los expertos vaticinaron una subida en el precio de dicho combustible que, de momento, no se ha producido. Es más: el precio medio, en Europa, se sitúa por debajo del de la gasolina. ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo durará esta situación? Te explicamos las razones y las previsiones de futuro
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A principios de febrero, entraron en vigor las sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania y, desde entonces, está prohibido importar diésel y derivados del petróleo procedentes del citado país. Teniendo en cuenta que, aproximadamente, el 40% de las importaciones europeas procedían de allí, era lógico pensar en una subida en el precio de este combustible. Sin embargo, ha ocurrido lo contrario: es, incluso, más barato que la gasolina. ¿Por qué?
Los datos no dejan lugar para las dudas: en la primera semana entera, con el veto al petróleo ruso en vigor, el precio medio del combustible ha bajado. Si ponemos el foco en el diésel, esa caída ha sido del 2,92%: en el último Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicado el 16 de febrero, el litro costaba 1,628 euros. El de gasolina se situaba, ligeramente, por encima: 1,633 euros. La pregunta es evidente: ¿por qué baja cuando, en teoría, debería subir?
La explicación: tres motivos
Son varias las razones que explican el comportamiento del precio del diésel. La previsión: pasaron varios meses desde que Europa anunció las sanciones a Rusia hasta que entraron en vigor. En ese espacio de tiempo, los países se hicieron con todas las reservas posibles. La verdadera reacción a este veto la veremos cuando este stock empiece a terminarse y haya que reponerlo.
Las reservas no son las únicas que han llevado a los productores a bajar el precio del diésel. En esta decisión también influye que la producción de Estados Unidos no ha bajado y que las sanciones a Rusia no son universales: países como India y China siguen importando su diésel y emplean sus refinerías, también, para negociar. O lo que es lo mismo: a Europa puede llegar petróleo ruso, pero de forma indirecta.
La última explicación la encontramos en la temperatura: una vez más, este invierno está siendo más cálido de lo habitual y si Europa no ha puesto tanto la calefacción, la demanda de diésel baja y también su precio. Algo que no parece cambiar ahora que la primavera se acerca y con ella, subirán los grados en el termómetro.
Sí, el diésel subirá
En su momento, los expertos avisaron que la subida en el precio del diésel se iba a producir: eso sí, no de manera inmediata. Llegará, aunque, cuando lo haga, las estimaciones apuntan a que ese incremento no será tan extremo como el vivido en 2022.
Surge, por lo tanto, otra duda lógica: ¿cuándo llegará ese momento? Teniendo en cuenta que las previsiones dan por hecho que la escasez de los barriles podría ser parcial, se habla de finales de marzo y del segundo trimestre de 2023: será entonces cuando Europa empiece a pasarlo, relativamente, mal para mantener sus reservas porque, en teoría, las importaciones que llegan desde EEUU y desde el Golfo Pérsico no serán suficientes para contrarrestar las que tenían origen ruso.
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