LA IMPORTANCIA DE ACUDIR A LA INSPECCIÓN
¿Con cuántos fallos leves puedo superar la ITV?
Las inspecciones de ITV son las encargadas de verificar el buen funcionamiento de nuestros vehículos, de ahí que sea especialmente importante acudir a tiempo y de manera periódica para garantizar unos mínimos tanto a nivel técnico como a nivel administrativo.
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La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una revisión periódica que deben pasar todos los vehículos dados de alta para comprobar su estado y garantizar un mínimo de seguridad en nuestras carreteras. Según el Reglamento General de Circulación, los vehículos que circulan por las vías públicas deben estar en condiciones óptimas de seguridad, y para ello, es necesario realizar las inspecciones periódicas que se establezcan.
La ITV se divide en dos tipos de faltas: las leves, que son aquellas que no afectan a la seguridad del vehículo, y las graves y muy graves, que sí lo hacen. Las faltas leves son aquellas que no afectan a la seguridad del vehículo, pero sí pueden afectar a su funcionamiento respecto al momento en el que salió de la fábrica. Estas faltas pueden ser, por ejemplo, que las luces no estén correctamente reguladas, que el motor presente una ligera pérdida de aceite o que la matrícula no esté correctamente iluminada.
Por otro lado, las faltas graves y muy graves son aquellas que afectan directamente a la seguridad del vehículo y/o a la seguridad del resto de usuarios de la vía. Estos defectos pueden ser, por ejemplo, que los frenos no funcionen correctamente, que la dirección tenga holguras o que los neumáticos no tengan la profundidad de dibujo suficiente.
¿Cuántos defectos leves puede presentar la inspección de mi coche?
Es importante destacar que la presencia de una falta grave o muy grave en el vehículo implica la obligatoriedad de reparar el vehículo y volver a pasar la inspección antes de volver a circular. Si el vehículo circula con una falta grave o muy grave, su conductor puede ser sancionado con multas económicas y la retirada de puntos del carnet de conducir. Incluso puede llegar a enfrentarse a la inmovilización del vehículo en el momento en el que es detectado circulando así.
En cuanto a la presencia de faltas leves, la historia es bien distinta: en la actualidad no existe un número máximo de faltas leves que impliquen obligatoriedad de reparar el vehículo antes de circular, aunque es recomendable hacerlo lo antes posible. Esto significa que en una inspección periódica tu vehículo puede presentar 5 fallos de tipo leve y el resultado final de la inspección será favorable, de forma que podrás circular otra vez hasta que la ITV vuelva a caducar.
Eso sí, desde Centímetros Cúbicos te recomendamos encarecidamente que en caso de que te enfrentes a una situación así arregles los defectos del coche lo antes posible, ya que puede denotar dejadez por parte de su propietario y conductor y, sobre todo, porque alguno de esos defectos leves puede transformarse en un defecto grave si no lo atajamos cuando podemos hacerlo.
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