Cuenta atrás para las restricciones en Madrid: 1.8 millones de vehículos se verán afectados

La circulación del tráfico rodado por las grandes ciudades cada vez se está volviendo más complicada, más difícil. Dos son los factores clave que están influyendo en esta afirmación. El primero, la cada vez mayor densidad del tráfico, que hace que las calles estén cada vez más colapsadas, sin posibilidad de una circulación fluida. La segunda clave, la contaminación ambiental.

Es precisamente este segundo concepto el que trae de cabeza a las autoridades madrileñas, que pretenden convertir a Madrid en una de las capitales europeas más limpias y respetuosas con el medio ambiente. Para ello, quiere limitar de forma drástica la circulación de los vehículos más contaminantes. Sus últimas herramientas: más restricciones y más zonas de acceso prohibido.

Para empezar, el consistorio está perfilando las características de una nueva APR, una nueva zona de Prioridad Residencial en la que los conductores que utilicen vehículos sin etiqueta ambiental o con etiqueta B/C no podrán entrar a no ser que sean residentes. Sólo los vehículos ECO/CERO se libran, así como bicicletas y patinetes, entre otros.

Además, a partir de septiembre, y siempre que haya episodios de alta contaminación, las autoridades podrán restringir el acceso a todo el centro de la ciudad a los vehículos más contaminantes, aquellos que no cuenten con pegatina medioambiental al ser anteriores a enero de 2000 en el caso de los gasolina o anteriores a enero de 2006 en el caso de los diésel. Estas restricciones afectarán, según cálculos de la DGT, a más de 1.8 millones de vehículos.