El CUPRA León estrena versión de acceso gasolina con 245 CV

Fue hace ya tres años cuando CUPRAse erigió como marca independiente, dejando de lado -al menos oficialmente- su amparo en SEAT. No hizo falta mucho tiempo para conocer a su primogénito, el CUPRA Ateca, aunque la verdadera revolución llegó de la mano de los CUPRA Formentor, su primer coche de cosecha propia, y el CUPRA León, primera vez en la historia en la que el apellido CUPRA pasaba a conformarse como nombre.

La estrategia de la firma española con el León estaba clara: ofrecer deportividad y sostenibilidad de la mano de mecánicas híbridas. Aún así, tanto el marco legislativo al que se acogen los coches contemporáneos como la categoría de deportivo a la que se adscribe el CUPRA León, permiten que se sigan gestando variantes como la que hoy nos ocupa.

A priori, la fórmula empleada por CUPRA nos resulta familiar, algo normal teniendo en cuenta que es la misma a la que recurrió Volkswagen para gestar el Golf GTI 8, su rival por excelencia. Con esta premisa, apreciamos importantes similitudes entre ambos modelos al menos en lo que a mecánica se refiere.

Empezando por el apartado estético, CUPRA ha aprovechado para introducir detalles inéditos con el CUPRA León 2.0 TSI. El más importante -e imprescindible para diferenciar esta versión de las demás- reside en la zaga, donde ahora se asienta una doble salida de escape real e independiente con dos tomas a cada lado. También destacan unas llantas de 18 pulgadas de nuevo corte así como las correspondientes mejoras aerodinámicas reflejadas en el frontal por medio de la defensa y en la trasera a través del difusor.

El habitáculo no muestra alteraciones más allá de los menús que, en este caso, prescinden de cualquier información relacionada con un sistema mecánico híbrido. Podemos seguir disfrutando de unos asientos tipo backet con el reposacabezas integrado así como del volante deportivo achatado por debajo y con los botones de encendido y modos de conducción adscritos a él.

Pero el verdadero protagonismo lo cobra el apartado mecánico, donde los ingenieros de CUPRA han apostado por el archiconocido 2.0 TSI como actor principal. Se trata de un motor de cuatro cilindros sobrealimentado por turbo que, para la ocasión, desarrolla 245 CV y 370 Nm de par.

Dichas cifras se gestionan por medio de un cambio DSG de 7 relaciones -aunque más adelante se espera en opción un cambio manual-, un diferencial VAQ y el sistema DCC para el chasis adaptativo. Con estos tres directores de orquesta, el CUPRA León consigue afianzar un 0 a 100 en 6,4 segundos, cifra que asciende hasta los 6,7 segundos con la carrocería Sportstourer en la que la velocidad máxima se mantiene inalterada, siendo de 250 km/h en ambos casos.

Con esta variante sobre la mesa, CUPRA pretende plantarle cara no solo a sus rivales más directos, sino también convertirse en la peor pesadilla de su primo hermano alemán, el Golf GTI. Para ello, la firma local ha establecido un precio de partida de 41.060 euros, que aumenta hasta los 42.580 euros en el caso de la carrocería familiar.