El cántabro era segundo tras Ogier cuando el coche se paró
Dani Sordo se queda sin pelear por la victoria por un problema eléctrico
Gran inicio del Rally de México para una Hyundai que lo perdería todo cuando Mikkelsen y Dani Sordo tenían que abandonar. A las retiradas de ambos se sumarían las de Suninen y Latvala.
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No sería el desenlace en el Rally de México que esperaba el equipo Hyundai Motorsport. Después de que se les haya resistido la victoria en las dos primeras citas del WRC, la estructura dirigida por Andrea Adamo comenzaba con muy bien pie la prueba norteamericana. Andreas Mikkelsen y Dani Sordo se situaban en posiciones del podio, ambos peleando con Sébastien Ogier por un liderato provisional que sería fugaz para el piloto noruego.
Sería en la primera especial del bucle de la tarde cuando Andreas golpeaba una piedra de grandes dimensiones con la parte inferior de su Hyundai i20 WRC Coupé y debería tomar el camino del abandono tras solo recorrer unos kilómetros. En esos momentos parecía que estábamos en la antesala de un intenso duelo entre Ogier y Sordo, ambos compañeros en Citroën en el pasado y precisamente los pilotos que ocuparon las dos primeras posiciones de la edición 2018 de la carrera mexicana.
Sin embargo, Sordo y Carlos Del Barrio también deberían abandonar en el enlace hacia la séptima especial. El i20 WRC se detenía por problemas eléctricos y ya no podrían hacer nada por completar los tres tramos que restaban para terminar el primer día. Ogier se quedaba líder en solitario con una renta de más de 10 segundos sobre Elfyn Evans y de casi 20 con respecto a Kris Meeke, ganador en 2017 del rally.
Tampoco le iban mucho mejor las cosas a Thierry Neuville. El belga se dejaba más de un minuto al llegar a la meta del TC7, demasiado tiempo por recuperar si tenemos en cuenta que el sábado volverá a ser uno de los primeros pilotos en salir a los tramos, mientras que Ogier contará con una posición mucho más retrasadas gracias a su liderato. Los dos pilotos de Hyundai no serían las únicas victimas del primer día en competición en Guanajuato.
Después de numerosos retrasos y problemas logísticos, los equipos se plantaban en la primera prueba de tierra de la temporada deseando medir sus fuerzas en un terreno que históricamente no ha sido propicio para Toyota, equipo que no ha logrado terminar entre los cinco primeros en los dos años anteriores. Si bien eran los ganadores de 2018 los que comenzaban a sufrir. M-Sport, presente con solo dos coches en esta ocasión, perdía a Teemu Suninen después de que el finlandés tuviera un accidente en el primer tramo del viernes. Los daños en su unidad del Ford Fiesta WRC impedirían que se pudiera reenganchar, mientras que Evans aprovechaba las bajas de Hyundai para colocarse segundo, justo por delante de su compatriota.
Completaban las cinco primeras plazas Esapekka Lappi y Ott Tänak después de que Jari-Matti Latvala también sufriera un problema con el alternador que le llevaba a tener que pararse a tratar de reparar y no llegar al control horario de la primera de las dos pasadas por la superespecial en el autódromo cercano a la localidad de León. La clasificación final del día se quedaba con únicamente seis de los 10 WRC que comenzaron la jornada, siendo Hyundai la principal damnificada al perder dos de sus coches.
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