UNA SITUACIÓN... ¿EXCEPCIONAL?

Denuncia voluntaria: ¿puede denunciarme un ciudadano particular si cometo una infracción de tráfico?

Las denuncias de tráfico son muy comunes en nuestro país, y las autoridades las utilizan para intentar reeducar a los conductores, modificando su conducta y provocando un cambio en los comportamientos que suponen infracciones

Multa

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Las multas de tráfico son una herramienta esencial para mantener la seguridad vial y garantizar el cumplimiento de las normativas de circulación. Su principal función es sancionar a aquellos conductores que infringen las normas de tráfico, intentando además corregir comportamientos inadecuados en la carretera. Estas sanciones no solo buscan castigar el comportamiento infractor, sino también disuadir a otros conductores de cometer las mismas faltas, creando un entorno más seguro para todos los usuarios de la vía.

Además de su función sancionadora, las multas de tráfico desempeñan un papel educativo. Al imponer sanciones económicas y la posible pérdida de puntos en el carné de conducir, las autoridades buscan que los conductores reflexionen sobre sus acciones y adopten hábitos de conducción más responsables. Este enfoque preventivo es crucial para reducir la tasa de accidentes y sus consecuencias, tanto en términos de daños materiales como de lesiones y muertes en carretera. Todos sabemos que los agentes de la autoridad tienen la capacidad de denunciarnos por conductas incorrectas al volante, pero...¿conocías las denuncias voluntarias?

En España, cualquier ciudadano tiene la capacidad de denunciar voluntariamente una infracción de tráfico cometida por otro conductor. Esta opción, aunque no es muy conocida, está contemplada en el Reglamento de Procedimiento Sancionador en materia de tráfico y permite que conductores, peatones o ciclistas puedan alertar a las autoridades sobre comportamientos contrarios a la normativa de circulación.

Existen varios métodos para realizar una denuncia voluntaria. Uno de los más comunes es a través de un formulario en las diferentes direcciones provinciales de la DGT, donde se deben proporcionar todos los detalles posibles sobre la infracción: identificación del vehículo, lugar y hora de los hechos, y cualquier prueba adicional como fotografías o vídeos obtenidos de manera legítima. Además, es posible presentar la denuncia en persona en una comisaría de policía o en un cuartel de la Guardia Civil. En estos casos, los agentes tramitarán la denuncia, aunque siempre dejando claro que se trata de una denuncia ciudadana y no una formulada por la autoridad.

Una de las claves para que una denuncia voluntaria prospere es la existencia de pruebas sólidas que respalden la acusación. Dado que las denuncias de particulares no tienen la presunción de veracidad que poseen las realizadas por agentes de tráfico, la presentación de pruebas contundentes es crucial. Sin suficientes pruebas, la denuncia puede terminar siendo un caso de "palabra contra palabra", lo que dificulta la imposición de sanciones.

En cuanto al procedimiento, una vez presentada la denuncia, ésta sigue el mismo camino que una denuncia realizada por un agente. Se notifica al infractor, quien tiene la oportunidad de hacer alegaciones o pagar la sanción con descuento, se practican las pruebas necesarias y se dicta una resolución que puede estimar las alegaciones o imponer la sanción correspondiente.

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