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Desde Rusia con amor: un Mercedes Clase G hecho de hielo
Desde Rusia con amor: un Mercedes Clase G hecho de hielo
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Hace poco más de dos semanas que veíamos al nuevo Mercedes Clase G presentarse en sociedad. El todoterreno de la firma de la estrella sigue siendo todo un icono dentro de su gama de vehículos, especialmente en países del este, en los que su robustez, estética y capacidades off-road lo han convertido en un verdadero vehículo de culto. Hasta tal punto es el fervor que mucho sienten por este modelo, que incluso alguno se ha animado a crear su propia réplica… ¡en hielo! Esa fue la ocurrencia del ruso Vlasdislac Barashenko, aprovechando en parte el invierno perpetuo que vive Siberia y la adquisición de un taller de coches denominado Garage 54 en la ciudad de Novosibirsk, un lugar en la que difícilmente se superan durante la época más fría los 10 grados Celsius negativos. Con el respaldo financiero de la empresa de lubricantes Mannol, Vlasdislac y su equipo de trabajadores se propusieron el crear una carrocería del Mercedes Clase G para adaptarla a la base de un antiguo UAZ 469 (Fábrica de Automóviles de Ulíanov en ruso). Precisamente de este todoterreno veterano ha tomado todo lo necesario para ser convertirse en un vehículo de hielo completamente funcional. Suspensión, motor, ejes o frenos han recibido su nueva carrocería, la cual ha sido anclada con nuevas uniones de acero al chasis para asegurar el conjunto y además ha recibido unos tubos LED para hacer incluso más peculiar el proyecto. Al igual que los hoteles de hielo, este automóvil ha durado apenas 20 días antes de que las casi cinco toneladas de hielo empleadas empezaran a volver a su estado líquido. La buena noticia para el Barashenko es que, con su pericia con las manos para moldear el hielo, el próximo invierno puede tener un coche deportivo sólo necesitando algo de agua congelada y horas de trabajo.
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