La DGT pretende ampliar su plantilla de radares móviles con 70 nuevos dispositivos

En la hoja de ruta que la Dirección General de Tráfico ha diseñado para este verano son varios los frentes de actuación. Uno de ellos está protagonizado por los excesos de velocidad: Tráfico los vigilará con especial énfasis a través de campañas especiales y, también, instalando más cinemómetros. Y es que la DGT tiene previsto ampliar su plantilla de radares móviles con 70 nuevos dispositivos.

La decisión está impulsada por las cifras de siniestralidad. Preocupa a la Dirección General de Tráfico el aumento registrado en las vías de alta capacidad (autovías y autopistas), donde el número de víctimas ha crecido un 35% respecto a 2019. En las carreteras convencionales, que tradicionalmente son más peligrosas, se han reducido en un 1%. Sin embargo, se siguen perdiendo vidas y los siniestros más frecuentes son los atropellos y las salidas de la vía. Detrás de ambos suele haber una distracción… o un exceso de velocidad.

545 radares móviles… por ahora

Para vigilar este último factor, la Dirección General de Tráfico cuenta, entre otros, con 780 radares fijos situados en arcenes, postes y pórticos, 92 de tramo y 545 móviles. Una cifra que podría estar a punto de rebasar las 600 unidades: tal y como informa Servimedia, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil podrían recibir 70 nuevos dispositivos para sus labores de control de la velocidad.

El citado servicio de información ha tenido acceso al contrato publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado mes de junio. En uno de sus pliegos figuraba el proceso de licitación, el plazo y el presupuesto para efectuar dicha compra: algo más de 1,3 millones de euros. No eran los únicos datos disponibles. También aparecían los requisitos que deben cumplir los nuevos radales móviles.

¿Cómo son los nuevos dispositivos?

Lo cierto es que no serán muy distintos a los cinemómetros más modernos que ya se emplean en las carreteras españolas. Contarán con una tecnología láser que les permitirá medir velocidades que oscilan entre los 10 y los 250 km/h y alcanzar distancias de los quince a los cuarenta metros.

El resto del equipamiento de estos radares móviles está compuesto por una maleta para transportarlos, un ordenador o tableta con software, un medidor de velocidad, un trípode con rótula de orientación y dos soportes: uno para usarlo en los vehículos patrulla y otro para hacer lo propio en los quitamiedos de la carretera.

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