Las rotondas, asignatura pendiente de los españoles
DGT: las tres claves para 'sobrevivir' a una rotonda
Las rotondas facilitan el tráfico y mejoran la velocidad de circulación, pero pueden resultar complicadas para muchos conductores si no se presta la suficiente atención.
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Las rotondas son parte del paisaje vial de nuestro país, ya que hace más de 50 años que se han ocupado de distribuir el tráfico de manera más rápida y efectiva que cómo lo haría una intersección regulada por señales verticales o semáforos. Su funcionamiento en apariencia es sencillo, pero la realidad es que cada año se producen miles de accidentes de circulación causados por alguna mala interacción entre conductores en una rotonda.
Por eso, la Dirección General de Tráfico suele recordar de manera periódica cómo debemos actuar ante una rotonda, un recordatorio que hoy os traemos en forma de tres claves que permiten circular por una rotonda de manera rápida, sencilla y sobre todo segura, mejorando así la convivencia entre todos los conductores.
DGT: las tres claves para 'sobrevivir' a una rotonda
- Entrada: la incorporación a una rotonda es el punto clave número 1. Por eso, es importante tener claros algunos conceptos, como el hecho de que el vehículo que circula en el interior de la rotonda siempre tiene prioridad de paso sobre los vehículos que quieren incorporarse. Es imprescindible reducir la velocidad antes de incorporarse, debiéndolo hacer por el carril exterior. No es obligatorio, por otro lado, utilizar el intermitente.
- Circulación: La circulación en el interior de una rotonda no debería entrañar grandes complicaciones, máxime si tenemos en cuenta que una rotonda no es más que una carretera recta en formato curvo continuo. De esta manera, es recomendable utilizar el carril exterior desde el principio si tenemos que abandonar la rotonda en la primera o segunda salida, mientras que, por el contrario, es recomendable utilizar el interior si queremos salir haciendo un cambio de sentido o recorrer más de la mitad de la rotonda.
- Salida: en la salida debemos considerar que sólo es posible abandonar una rotonda desde el carril exterior. Nunca estaremos autorizados a abandonar una rotonda desde el carril interior. Además, es obligatorio señalizar nuestras intenciones utilizando el intermitente derecho. Si queremos abandonar la rotonda pero otro coche nos lo impide, es mucho mejor dar otra vuelta completa que frenar bruscamente para intentar "colarnos".
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