DE RECIENTE DESARROLLO
Diésel renovable: así es el combustible por el que han apostado marcas como Volkswagen
Todos los modelos de que han sido entregados desde el pasado mes de junio y emplean motores de cuatro cilindros TDI podrían utilizarlo
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Volkswagen tiene un objetivo claro para 2030: conseguir que más del 70% de los coches que vendan en ese momento sean eléctricos para poder cumplir con las exigencias de la Unión Europea. Un porcentaje que desvela algo más que una cifra: la marca alemana ha reservado una pequeña parcela para los combustibles tradicionales y lo ha hecho apostando por el diésel renovable: ¿cómo es este biocombustible?
Son muchas las marcas que han desterrado el diésel y la gasolina de su gama para centrar todas sus apuestas en los coches eléctricos. Volkswagen ha creado su propia línea de cero emisiones bajo el nombre ID y, al mismo tiempo, ha optado por seguir desarrollando su gama de motores de combustión para responder a las diferentes necesidades de todos sus clientes. Un objetivo que entra dentro de los planes de Bruselas y de los suyos propios ya que aspira a ser neutra en carbono para 2050.
Los motores de Volkswagen
La marca alemana ha desarrollado bloques de combustión que son capaces de utilizar este combustible sostenible: concretamente todos los modelos de Volkswagen que han sido entregados desde el pasado mes de junio y emplean motores de cuatro cilindros TDI podrían utilizarse con diésel parafínico. La pregunta es evidente: ¿qué es y cómo funciona?
El diésel parafínico es un combustible de reciente desarrollo que está hecho a partir de materiales biológicos residuales, de desecho o de bioaceites: entre ellos podemos encontrar aceites vegetales, los procedentes de las algas, de la pirólisis o las grasas animales. Estos componentes se convierten en hidrocarburos mediante una reacción que se lleva a cabo con hidrógeno y que, efectivamente, se lleva a cabo en las refinerías de petróleo.
Las ventajas
A continuación tiene lugar la hidrogenación, una operación en la que el derivado del petróleo se mezcla con ese combustible renovable dando lugar al diésel parafínico, que al ser similar al convencional permite su uso en el mundo de la automoción. Este carburante tiene la ventaja de poder ser usado directamente o se puede combinar con el diésel que nace del petróleo para crear, una vez más, este combustible adaptado.
No es su única virtud. Thoma Garbe, responsable del área de carburantes de Volkswagen, afirma que con este tipo de combustible la marca hace posible que “clientes de toda Europa puedan reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2)”. Y hay cifras que le dan la razón: el diésel parafínico podría reducir los niveles de dióxido de carbono entre un 70 y un 95% si lo comparamos con el diésel convencional. En un futuro, además, llegarán otros carburantes como el Power-to-Liquid (PtL), que se producirá a partir de fuentes regenerativas utilizando CO2 y electricidad.
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