PUEDE SALIRTE MUY CARO
Dos acciones con lluvias torrenciales que pueden costarte 200 euros de multa
Saber actuar correctamente ante lluvias torrenciales es muy importante, y de lo contrario podemos afrontar una elevada multa.
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Esta semana España está viéndose desolada por la DANA, la cual está causando numerosos estragos. Es por ello que resulta absolutamente necesario saber cómo actuar ante lluvias torrenciales como las que estamos viviendo, lo cual no solo nos ayudará a sobrellevar de manera más segura la situación, sino también a evitar multas de hasta 200 euros.
Al fin de cuentas, existen una serie de sanciones que surgen en contextos concretos, pero que se pueden aplicar en cualquier momento. De esta forma, y aunque estén relacionadas fundamentalmente con el mal tiempo, nuestra responsabilidad como conductores es asegurarnos que ciertos elementos del coche, necesarios cuando las condiciones climatológicas son adversas, estén siempre en condiciones óptimas.
Con lluvias torrenciales puedes enfrentarte a estas dos multas de hasta 200 euros
De esta manera, debemos preocuparnos siempre de que los faros de nuestro coche funcionen correctamente, tanto las luces de carretera como las antiniebla; también los limpiaparabrisas, así como que tengamos líquido suficiente; y lo mismo con el sistema de climatización, imprescindible para poder garantizar que el cristal se desempaña correctamente.
Y es que si un agente de la autoridad es testigo de que nuestros limpiaparabrisas no funcionan correctamente, podemos enfrentarnos a una multa de 80 euros. Pero si este detecta que no funciona, puede proceder a inmovilizar el coche en caso de que las condiciones climatológicas exijan el uso del limpiaparabrisas.
Por otra parte, en caso de recurrir al líquido limpiaparabrisas para quitar la suciedad del cristal salpicamos a otro vehículo, nos podemos enfrentar a una multa de 200 euros. Misma cifra que tendremos que pagar en caso de salpicar al pasar por un charco a peatones que se encuentren en las inmediaciones del asfalto.
Sea como fuere, todo ello se complementa con tener una actitud prudente al volante. Y es que de lo contrario, podemos experimentar el efecto aquaplaning, y el cual resulta difícil de resolver si circulamos a alta velocidad o realizamos maniobras bruscas.
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