El Gobierno lo confirma: la DGT va a instalar casi 50 nuevos radares de tramo

Los radares han demostrado su efectividad para controlar el comportamiento de muchos conductores, aunque también resultan especialmente efectivos cuando se trata de imponer sanciones y generar ingresos para las arcas públicas, un hecho que se hace especialmente evidente en situaciones como la actual, donde los ingresos escasean y los gastos se multiplican.

Por eso, y pese a que en la actualidad ya hay miles de radares funcionando por nuestras carreteras, la DGT tiene previsión de seguir ampliando su “parque” de radares con la incorporación de casi 50 nuevos cinemómetros en los próximos meses. Así lo ha confirmado el Ejecutivo central en la Comisión sobre Seguridad Vial celebrada en el Congreso durante éstos días.

Según el gobierno, se ha iniciado ya la tramitación para la llegada de 45 nuevos radares a las carreteras, radares que en esta ocasión serán de tramo. Ya conocemos que éstos radares funcionan por el principio de velocidad media, de manera que, gracias a unas potentes cámaras instaladas al inicio del tramo donde se mide la velocidad, se reconocen y almacenan las matrículas de todos los vehículos que entran en el mismo.

Al final del tramo sucede lo mismo: unas cámaras de alta resolución leen las matrículas y las comparan con las que se han almacenado a la entrada, de manera que en un tramo de una determinada distancia un vehículo debe tardar, como mínimo, un tiempo X en recorrer ese tramo si el conductor ha respetado el límite de velocidad.

Si no lo ha hecho, el vehículo tardará menos tiempo, lo que significa que ha circulado por encima del límite, de manera que el sistema hará el cálculo automáticamente y el expediente pasará a un agente de Tráfico que se encargará de revisar todo el procedimiento e iniciar, en caso de que así sea necesario, el proceso sancionador por exceso de velocidad.

En la actualidad hay 82 radares de tramo funcionando en nuestro país, cifra que rozará los 130 cuando los nuevos entren en funcionamiento. Para ello que aún tiempo, ya que Tráfico ha reconocido que ni siquiera están presupuestados, de manera que es posible que la instalación de los nuevos radares se demore durante unos meses, de forma que no entren en funcionamiento hasta finales de 2021.