ES UN ELEMENTO CRUCIAL
El elemento de seguridad de vital importancia y que no debería ser necesario que la DGT lo recordase
El cinturón de seguridad es un elemento que no debería ser menospreciado nunca, pero la DGT se ve en la obligación de recordar a los conductores la importancia que tiene este elemento.
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Aunque bien es cierto que su uso se ha normalizado -por suerte-, son aún muchos los conductores los que menosprecian la importancia del cinturón de seguridad. Estamos ante un elemento por el que otrora se peleó mucho hasta el punto en el que es un acto-reflejo ponérselo al subirnos al coche, pero, aún así, la DGT sigue recordando su uso debido a la irresponsabilidad de muchos a la hora de decidir no abrochárselo.
Y así lo deja patente la Dirección General de Tráfico en sus redes sociales con un frío pero esclarecedor dato sobre este: en un choque sin usar el cinturón a 80 km/h contra un objeto rígido, los ocupantes se verían lanzados hacia delante con una fuerza 80 veces superior a su peso, lo que podría suponer el fallecimiento o graves lesiones.
El cinturón de seguridad, el elemento que no debería ser necesario recordarlo pero que, aún así, la DGT lo hace
Al fin de cuentas estamos hablando de un elemento de seguridad que se convierte en el único freno de nuestro cuerpo en caso de accidente y, por ende, en caso de experimentar una fuerte deceleración. Sin embargo, no solo es nuestra responsabilidad como conductores usarlo, sino también usarlo correctamente.
De lo contrario, podemos exponernos a una situación casi igual de peligrosa a no llevarlo puesto. De esta forma, resulta crucial llevar el asiento bien regulado para conseguir que la efectividad del cinturón sea máxima, y ello pasa por llevar el respaldo con una inclinación entre 100 y 110 grados, las rodillas deben quedar semiflexionadas y que la parte más alta del reposacabezas quede a la par con la parte más alta de nuestra cabeza.
Además, las bandas del cinturón tienen que estar apoyada en las zona más duras, es decir, los huesos. De esta manera, la diagonal tiene que pasar sobre la clavícula, entre el hombro y el cuello; mientras que la horizontal debe ir por debajo del abdomen, sobre las caderas.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el cinturón debe ir lo más tensado posible para conseguir que se acerque a nuestro cuerpo lo máximo. De lo contrario, podemos sufrir lo que se conoce como efecto submarino, que no es otro que el hecho de que nuestro cuerpo se escurra por la banda inferior del cinturón y suframos graves lesiones tras chocar contra el salpicadero del vehículo.
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