La lluvia no tiene porqué ser un problema, pero puede serlo si lo combinamos con otros factores
4 elementos que debes evitar pisar con tu coche en días de lluvia
Hay elementos en la carretera que debemos evitar en días de lluvia: su alto nivel de deslizamiento los hace especialmente peligrosos
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La meteorología es un factor clave cuando hablamos de seguridad vial. Al fin y al cabo, nosotros conducimos nuestro coche, pero lo hacemos bajo una serie de condiciones que nosotros no podemos elegir, como el estado del asfalto por el que circulamos o la meteorología de ese momento. La lluvia es un factor muy importante a tener en cuenta, y si la combinamos con otros elementos de la calzada, puede convertirse en una trampa más que peligrosa.
Cuando circulamos con agua, es más que recomendable intentar evitar circular sobre determinados elementos de la carretera, que con la acción del agua se convierten en auténticas pistas de patinaje, con un nivel de adherencia realmente bajo que puede hacernos perder el control de nuestro coche de forma fortuita, causando un accidente. El primero de ellos, como no puede ser de otra forma, son las balsas de agua.
La acumulación de agua puede hacernos perder el control de nuestro coche si lo atravesamos a velocidades altas, produciéndose el temido aquaplanning, que impide que el neumático llegue a tener contacto con la carretera. En la medida de lo posible, es recomendable evitar las acumulaciones de agua en la carretera. Otro elemento a evitar son las hojas mojadas, que pueden llegar a ser igual de resbaladizas, o incluso más, que el propio hielo.
Las señalizaciones viales pintadas en la carretera son también muy resbaladizas si se combinan con la lluvia. Aunque cada vez se utilizan mejores materiales, con un gran poder de agarre, siguen siendo muchas las señales pintadas en la calzada que pueden darnos un buen susto si se combinan con agua. Las rejillas de canalización de agua, sobre todo si son grandes y metálicas, se vuelven una trampa en días de lluvia, ya que se vuelven especialmente resbaladizas a consecuencia de la humedad. Evítalas, y si no es posible, disminuye la velocidad cuando tengas que atravesarlas.
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