ERA LA MEJOR POSICIONADA
La empresa china Great Wall Motors se retira y deja el futuro de Nissan Barcelona en el aire
La firma ha decidido abandonar el proceso de reindustrialización dejando en el aire el futuro de la zona y de miles de trabajadores
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Great Wall Motors (GWM) es la compañía china de coches eléctricos que mejor estaba posicionada para mantener con vida la fábrica que Nissan tiene en la Zona Franca de Barcelona y que la compañía japonesa abandonará a finales de este mes. O mejor dicho: era. La firma ha decidido retirarse del proceso de reindustrialización dejando en el aire el futuro de la zona y de miles de trabajadores.
Era la principal candidata, pero las dudas comenzaron a aflorar en noviembre. En aquel momento GWM se replanteó cómo iba a llevar a cabo su llegada a Europa y su posterior expansión por el Viejo Continente. Fue entonces cuando llegó a la conclusión de que iba a necesitar una producción de 300.000 coches al año en lugar de los 150.000 previstos en un principio. A esto añadieron que la oferta inicial por los activos industriales era desproporcionada.
Una contraoferta
La pelota había pasado al tejado de la mesa de reindustrialización que mejoró la oferta para evitar el frenazo en seco de GWM. El Gobierno incrementó la cantidad de ayudas públicas para la compañía china, Nissan ofreció una reducción del alquiler del terreno de la Zona Franca, se mejoraron las condiciones de los activos industriales y se sumó un compromiso del comité de empresa para negociar todo lo relacionado con la incorporación de la plantilla.
A pesar de ello, el proyecto de Great Wall Motors (el preferido por los empleados de Nissan porque era el más parecido al trabajo que están haciendo hasta ahora) no se culminará. GWM se ha retirado días antes de que Nissan eche el cierre definitivo a su actividad en la Zona Franca de Barcelona, donde genera empleo para 2.600 personas.
Otras opciones
Toca, ahora, trabajar a contrarreloj para intentar que alguno de los planes alternativos llegue a buen puerto. Después de que se haya descartado, al parecer, la propuesta del fabricante de tanques Tess Defence para aterrizar en la Ciudad Condal, son dos las opciones que siguen en pie.
La primera de ellas llega de la mano de QEV y su ‘hub’ de descarbonización: el proyecto que tiene más opciones tras la retirada de GWM. Aunque estaba previsto que se instalasen en Sant Andreu de la Barca, podrían cambiar esta ubicación por la Zona Franca de Barcelona. La planta de Montcada, por su parte, sería para Silence, el fabricante de motos eléctricas. La segunda está firmada por Goodman, un grupo inmobiliario con sede en Australia que vería con buenos ojos transformar los terrenos de Zona Franca en un enorme centro de oficinas y un gran polo logístico.
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