Un error de programación obliga a achatarrar 293 Subaru sin estrenar

En ocasiones, hasta la tecnología más avanzada falla de forma estrepitosa. Que se lo digan a los fabricantes de automóviles, que en ocasiones tienen que detener sus cadenas de producción por culpa de una pieza defectuosa o un proceso realizado de forma incorrecta. Y si hablamos de alta tecnología, pocas cosas hay más avanzadas que una cadena de montaje actual...

La última marca que ha sufrido las consecuencias de una cadena de montaje defectuosa ha sido Subaru, aunque el defecto en los vehículos afectados ha sido más grave de lo que suele ser cuando sucede algo así. De hecho, pese a que el número de unidades afectadas no es especialmente grande (apenas llegan a las 300 unidades) el destino de éstas es el peor posible: la chatarra.

¿Cómo es posible que un fabricante tome la decisión de, directamente, achatarrar 300 vehículos completamente nuevos, sin ni siquiera intentar arreglar el problema? El defecto se ha dado en un sólo modelo, el Subaru Ascent, un SUV de siete plazas de gran tamaño destinado al mercado norteamericano, donde la firma japonesa disfruta de una altísima popularidad.

El problema radica en una programación defectuosa de los robots que se encargan de soldar las diferentes piezas metálicas de la carrocería. Debido a una mala programación, a los vehículos afectados les faltan puntos de soldadura vitales para la integridad estructural de la carrocería, por lo que no son aptos para circular y serán destruidos. De las 293 unidades, apenas 9 habían sido entregadas a clientes, que ya han recibido una unidad sin el problema y sin coste.