Hace ya algún tiempo que se está hablando sobre la necesidad de reformar el procedimiento necesario para obtener la licencia de conducir, con el objetivo de que los conductores noveles recién salidos de la autoescuela
puedan afrontar una situación de riesgo. Sin embargo, hay maniobras a las que muchos conductores veteranos tampoco hemos tenido que afrontar nunca, como puede ser una ‘
prueba del alce’, la necesidad de realizar una frenada de emergencia o incluso la de controlar la deriva de la zaga en condiciones de bajo agarre. Ahora que se acerca el invierno y que los caminos empiezan a recibir
las tardías primeras lluvias, algunas carreteras secundarias o caminos rurales presentan un grip lejos de ser el ideal. Incluso con la nieve y el hielo seguro que más de uno de nosotros hemos tenido que afrontar una situación peligrosa en la que no hemos sabido reaccionar.
A disposición de particulares hay cursos de técnicas conducción segura que nos enseñan a afrontar algunas de los incidentes que podemos tener en carretera, ayudándonos a que, llegado el momento, podamos saber reaccionar al no pillarnos completamente por improvisto dichas maniobras. Una de las opciones más exitosas que se están llevando a cabo también en nuestro país es la de aprender a
controlar el derrape en un vehículo de tracción delantera. Estas iniciativas, permiten adaptar un vehículo convencional al comportamiento prácticamente desbocado de un coche de propulsión de gran potencia. Uno de los productos más conocidos es el de
EASYDRIFT, el cual son unas carcasas de un polímero que permiten adaptarse a casi cualquier neumático comercial (incluido camiones), y que simula precisamente esas situaciones de baja adherencia de la zaga.
Empezado su desarrollo hace más de una década y con la colaboración de pilotos de la talla de
Simon-Jean Joseph, se han establecido como un
elemento educativo a la par que recreativo, siendo en muchos casos adquiridas por cuerpos de policía, bomberos o conductores de ambulancia para entrenar los reflejos y la capacidad de anticipación y adaptación del conductor. Sin importar la potencia del coche o las estrecheces del circuito, e incluso a bajas velocidades, el drift sale con facilidad,
permitiendo enlazar derrapes y simulando unas reacciones más reales que con otras alternativas como modificaciones en el eje trasero para incorporar por ejemplo ‘ruedas locas’. Además de la opción de encontrarnos
distintos Race Track Day y demostraciones a lo largo de la geografía española (la última fue el pasado fin de semana en Castellón), EASYDRIFT tiene el récord del mundo al conseguir,
Alexandre Hayot, en las pistas de pruebas del CERAM en
Mortefontaine, un derrape con
un Renault Mégane RS de 352,42 metros y 5,78 segundos de duración a una velocidad máxima de 232,49 km/h y un ángulo de 33,16°. El siguiente vídeo tiene la prueba de ello: