POSIBLE INCORPORACIÓN A LAS VÍAS
Esta nueva señal de tráfico podría confundir a muchos conductores y ser un riesgo
Conoce su significado, sobre todo si eres veterano: cómo deberías actuar ante la posible nueva señal de peligro P-35, dedicada a las vías con carril trenzado.
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Hace casi un año, la Dirección General de Tráfico amplió el catálogo de señales en el Reglamento General de Circulación (que todavía tiene que ser aprobado), lo cual es susceptible causar confusión entre los conductores más veteranos y, por lo tanto, menos familiarizados con las novedades. Un ejemplo es la clasificada como P-35, una vertical de peligro que se podría instalar en vías con trenzado de carriles.
De entre toda la renovación del catálogo de señales de tráfico, que también contó con algunas bajas por desuso o motivos ideológicos, una de las novedades más relevantes es la P-35, cuyo propósito es adaptarse mejor a las necesidades de circulación y orden vial en ciertos tramos de vía. Esto podría generar, al menos inicialmente, potenciales situaciones de riesgo para los usuarios que todavía no la conociesen.
En esencia, la P-35 es una señal triangular de advertencia, con el marco rojo y el fondo blanco, donde se puede ver un esquema de dos coches negros en paralelo con unas flechas que se cruzan encima. Tal símbolo significa que el conductor que sobrepasa la señal se adentra en un tramo con trenzado de carriles, es decir, un área con entradas y salidas a la carretera principal donde las trayectorias de los vehículos se entrelazan.
Si llega a aplicarse, lo normal será identificar esta marca al otro lado de los guardarraíles justo antes de penetrar en uno de estos trechos conflictivos que requieren una regulación especial, por ejemplo, en conexiones entre vías importantes o amplias bifurcaciones donde el tráfico proviene desde puntos opuestos de la calzada. De este modo, se unifica la función de carril de aceleración y desaceleración.
El motivo que puede llevara a la DGT a colocar la P-35 en estos casos tiene que ver con el extra de precaución que se requiere en los carriles trenzados, con longitudes máximas de 1,5 km. A falta de comunicar oficialmente su uso, sería probable hallarla en la mayoría de autovías y autopistas españolas. Ante ella y previa incorporación progresiva con el uso del intermitente, se habrá de observar a ambos lados y ceder el paso a los usuarios de la carretera principal.
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