SEGÚN EL RGC
¿Está permitido conducir con el abrigo puesto?
No existe una normativa específica que hable de esta prenda, pero sí un artículo que establece en qué condiciones debe circular el conductor del coche.
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Cuando nos subimos al coche en pleno invierno, muchas veces lo hacemos con el abrigo puesto por diferentes razones: hace frío, tenemos prisa… Y en todas esas ocasiones puede que estemos ignorando que nuestro intento por mantener la temperatura juega en contra de nuestra seguridad al volante: ¿está permitido conducir con el abrigo puesto?
La respuesta la encontramos en el Artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación: “El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimiento, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”. Según la teoría parece que no habría ningún problema, pero hay que saber cómo aplicarla y cómo puede ser interpretada por las autoridades policiales.
Adultos y niños
Probablemente una patrulla no te parará para comprobar si estás conduciendo con abrigo o sin él, pero si, desde su punto de vista, el uso de esta prenda te lleva a conducir de forma irregular o temeraria… sí te puede sancionar. Igual que sucede con las chanclas, la normativa no prohíbe de forma específica conducir con el abrigo, pero si éste impide que te muevas con libertad al volante la multa puede ser de 200 euros.
El uso del abrigo no se limita al conductor, también tenemos que tener en cuenta a los más pequeños de la casa: colocarlos en su sistema de retención infantil con esta prenda incrementa hasta un 80% el riesgo de sufrir lesiones en caso de accidente porque reduce la eficacia de la silla haciendo que salgan despedidos. Si ajustamos el arnés sobre algo mullido como un abrigo cuando se tense, el tejido se desinflará dejan espacio suficiente.
Otros accesorios invernales
Al mismo tiempo, Tráfico aconseja conducir sin otras prendas típicas de esta época del año como la bufanda o los guantes. Estos últimos no sólo reducen el tacto, también pueden provocar que las manos resbalen en el volante impidiendo una correcta sujeción a la hora de circular a bordo de nuestro coche.
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