Este es el discutible método que usa un fabricante chino para aumentar sus ventas

El auge de los mercados chinos está generando que un gran número de empresas pongan su foco en los coches eléctricos. Por ello, cada vez salen al mercado más marcas y modelos completamente nuevos, que hacen su debut en la automoción, aprovechando este auge en las ventas.

El problema surge cuando la oferta supera a la demanda, y muchos modelos quedan sin venderse. Esto provoca una competencia feroz, y muchas marcas chinas están utilizando métodos poco éticos para superar a sus adversarios.

Por ello, las tensiones están a flor de piel, como se vio cuando un directivo de Xpeng criticó las campañas publicitarias que lanzaban otras empresas contra ellos. Ahora, la polémica gira en torno a Onvo, una empresa filial de Nio, que con su primer modelo, el L60, alcanzó las 20.000 unidades vendidas.

La polémica surgió cuando el medio chino Ithome publicó capturas de pantalla en las que un concesionario de Onvo presionaba a sus empleados para que compraran el L60, bajo amenazas de despido.

En esas capturas Onvo ofrecía los coches sin necesidad de pagar nada como entrada, un descuento de 2650 euros, y una rebaja de 800 euros si accedían a que ese modelo fuese utilizado como prueba para clientes, además de que la empresa les prometió recomprar los vehículos pasados seis meses, por un 75% del precio gastado.

No tardó en salir al paso el presidente de la compañía, Qing Hua, que no negó estas informaciones, pero aseguró que se trataba “de un error” por “un estilo inapropiado y demasiado contundente” del gerente de estos concesionarios, que ya había sido advertido por la compañía.

Hua asegura que la oferta existe, y que los empleados de Onvo tienen un descuento de 2650 euros en la compra de un Onvo eléctrico, pero que en ningún caso es obligatoria, ni serían despedidos en caso de no comprar un vehículo.

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