UNA SITUACIÓN QUE LOS USUARIOS DEBEN CONOCER

Una excepción: el único caso en el que los intermitentes nos dan prioridad

Las luces intermitentes de nuestro vehículo son mucho más importantes de lo que parecen, y suponen un elemento de seguridad fundamental si queremos que nuestra circulación sea más tranquila y agradable. Eso sí: su utilización no supone contar con 'carta blanca' para nuestras actuaciones en carretera.

Intermitente encendido

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Pese a que con el paso de los años nuestros vehículos han ido evolucionando y, de hecho, han cambiado de manera notable en las últimas décadas para convertirse en instrumentos de movilidad mucho más complejos, avanzados e inteligentes que antes, lo cierto es que algunos elementos de nuestros vehículos siguen siendo los mismos que se implantaron hace muchísimos años, cuando los automóviles comenzaron a ser lo que hoy en día son.

Hablamos de elementos como el sistema de dirección, de frenado o de iluminación, aunque es evidente que no funcionan de la misma manera que cuando comenzaron a implantarse. Hay un elemento que sí, que ha resistido el paso del tiempo con nota para seguir ofreciendo un funcionamiento muy similar al que hemos conocido desde siempre. Hablamos de las luces intermitentes: un sistema de iluminación coloreado de tonalidad amarillo auto cuyo principal propósito es indicar las intenciones del conductor con la suficiente antelación como para que el resto de usuarios puedan reaccionar con seguridad.

Lamentablemente, aún a día de hoy son muchos los conductores que no utilizan correctamente los sistemas de luces intermitentes: algunos por despiste dejan de usarlos cuando deben hacerlo, mientras que otros piensan que la simple activación de los mismos les otorga una prioridad que no, no existe. Sí hay una única excepción en la que la activación del intermitente otorga prioridad al conductor pero pocos usuarios la conocen.

El único caso en el que los intermitentes nos dan prioridad

Según la legislación española, activar los intermitentes del vehículo no otorga prioridad en la mayoría de las situaciones. Sin embargo, existe una excepción en la que sí se otorga prioridad: cuando dos vehículos en el mismo carril señalizan la intención de adelantar y el que circula detrás no ha iniciado la maniobra, el intermitente sí da prioridad al que va delante. En ese caso, el conductor que circula delante tiene derecho priorioritario para invadir el carril de su izquierda y efectuar la maniobra.

Pese a que la normativa está así escrita, es imperante que los conductores miren siempre por su retrovisor a la hora de efectuar un adelantamiento, ya que es muy común encontrarse con una situación de peligro en la que el conductor que circula delante inicia una maniobra de adelantamiento sin darse cuenta que el usuario que circula inmediatamente detrás de él ya ha comenzado la misma maniobra, lo que supone un escenario de riesgo especialmente en carreteras de tipo convencional.

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