Dentro de 23 años será imposible adquirir un vehículo nuevo que emplee un motor diésel o gasolina como sistema de propulsión en Francia. Así de tajante se muestra el Gobierno Francés para impulsar la movilidad eléctrica y sentar las bases de una hoja de ruta que pretende reducir las emisiones contaminantes en sus ciudades. Recordemos que París es una de las ciudades europeas que más episodios de contaminación sufre en la actualidad, teniendo activos diferentes planes para limitar la alta concentración de contaminación en la ciudad como es la discriminación de vehículos por matrícula par o impar. El anuncio ha sido realizado por el ministro de ecología francés, Nicolas Hulot, quién con este plan se une a otros países como Noruega o Países Bajos que ya han anunciado medidas idénticas aunque para el año 2025. La medida se presenta como un plan donde se apuesta por la electrificación del transporte privado, desarrollando medidas para incentivar el cambio de vehículos con motores de combustión interna por vehículos eléctricos. Pese a tratarse de un anuncio con carácter oficial no se han dado a conocer más detalles sobre el plan y la aplicación de la prohibición y cómo afectará al parque de vehículos que para 2040 sigan empleando motores de combustión interna. El anuncio solo ha mencionado a vehículos nuevos, lo que a priori dejaría a un lado a vehículos usados o vendidos previamente a 2040. Junto a la prohibición de 2040, Francia también desarrollará medidas para reducir el uso de energías como la nuclear o la dependiente del carbón para conseguir limitar el impacto medioambiental en materia de emisiones. En Centímetros Cúbicos: |