MÁS ALLÁ DE LA ESTÉTICA
La función más sorprendente del techo solar de los coches
Tener un vehículo que lleve techo solar puede resultarte un 'extra' más. Sin embargo, este sistema guarda una función muy poco conocida gracias a una novedosa tecnología.
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Desde hace varios años ya, son muchos los prototipos utilizados para experimentar acerca de una movilidad a través de la energía solar. Pese a que cada vez se fabrican más modelos, aunque sigan siendo minoritarios en el sector, estos tienen un elevado precio que en muchas ocasiones resulta prohibitivo para aquellas personas que se planteen su compra. Además, estos coches solares disponen de un rendimiento bajo, puesto que se requiere de varias horas frente al astro para mover el vehículo un solo kilómetro.
Pese a su bajo rendimiento, se trata de una solución parcial que puede ayudar a disminuir el consumo de combustible de forma significativa. No obstante, no guarda mucho sentido más allá de esa función, aunque su estética puede resultar atractiva a algunos usuarios.
Aunque su tecnología no es muy conocida, actualmente encontramos varios modelos a la venta que aprovechan la energía solar mediante un sistema de paneles solares en el techo. Estos son moldeables y no son tan finos como una lámina de metacrilato, por esta razón se pueden adaptar a la perfección a la forma del techo.
Una mayor carga eléctrica
Lo más habitual en este tipo de automóviles no es que la energía solar se destina a mover el coche como tal, sino que sirve como fuente de alimentación para alguno de los elementos que más consumo tienen dentro del sistema eléctrico. Por ejemplo, pueden sustentar el sistema de climatización del vehículo en determinadas circunstancias. El Audi A8 de principios de siglo era una gran prueba de ello gracias a su células solares incluidas en su techo. Con ellas, la energía recopilada procedente del sol se utilizaba para disminuir la temperatura del habitáculo cuando el automóvil se encontraba estacionado al sol.
Otra de las marcas que ha introducido este tipo de sistemas es Mercedes. Algunos e sus modelos eléctricos (eso sí, en fase embrionaria), como es el caso del Mercedes EQXX, consigue alcanzar la increíble cifra de 1.000 kilómetros de autonomía con una sola carga, aunque con la ayuda indispensable de los paneles solares que recorren la parte superior de la carrocería.
Si nos vamos a los datos puros, esta tecnología solar permite reducir el consumo entre un 5% y un 10% siempre y cuando nos encontremos en lugares con mucho sol como ocurre en gran parte de España. El porcentaje de ahorro puede parecer escaso si tenemos en cuenta los precios a los que nos encontramos los modelos que incorporan esta tecnología. Sin embargo, con el precio de la gasolina por las nubes y sin síntomas de disminuir en un tiempo, esta opción puede resultar muy atractiva.
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