¿Qué ventajas ofrece el gas natural frente a otros combustibles?
Gas natural: ¿de verdad es tan rentable como combustible?
El gas natural avanza en el terreno de los combustibles: ¿de verdad se puede plantear como alternativa a la gasolina?
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La pugna por ofrecer formas de movilidad más atractivas y ecológicas para el usuario no para. A los combustibles tradicionales como el gasóleo o la gasolina se unen alternativas como el gas licuado de petróleo (GLP) o, más recientemente, el gas natural comprimido o GNC, un combustible cada vez más conocido.
El GNC es la gran apuesta de algunos fabricantes (principalmente el Grupo Volkswagen) como alternativa real a la gasolina, pero, ¿es en realidad tan positivo como lo pintan, o tiene sus inconvenientes? ¿Es recomendable para todos los usuarios? La realidad nos dice que sus ventajas son muchas, pero también con alguna desventaja que lo hace no tan atractivo para según que usos.
Los usuarios de este tipo de combustible son capaces de recorrer grandes distancias con sus vehículos gracias a la duplicidad de depósitos. Además, el kilo de gas natural es sensiblemente más barato que el litro de gasolina, siendo su precio medio actual de 0.9€/kg. Un vehículo de unos 150 CV con motor de gas natural tiene un consumo de unos 4-5 kg/100 km, arrojando un coste de uso de unos 4€ cada 100 km.
Su impacto medioambiental también es menor, sobre todo, que el del diésel. Emite de media un 15% menos de CO2 que un diésel, disminuyendo de forma significativa las emisiones de NOx y partículas en suspensión. Esta “limpieza” en la combustión hace que los vehículos impulsados por GNC sean merecedores del calificativo “ECO”.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Generalmente, los usuarios de GNC tienen que conformarse con un vehículo cuyo maletero reduce su capacidad para poder albergar los depósitos de gas natural. Además, a día de hoy, al menos en España, la presencia de “gasineras” es prácticamente residual, siendo 20 las contabilizadas hasta el momento en todo el país.
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