CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
¿El GLP sigue siendo una buena alternativa en plena escalada de precios del combustible?
El gas licuado del petróleo está resistiendo mejor el incremento de precios, pero también le afecta el conflicto: ¿hasta cuándo será una alternativa más asequible?
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Dentro de los combustibles alternativos, el gas licuado del petróleo había ido cogiendo fuerza poco a poco. Una progresión en la que, como la gasolina y el diésel, sus precios se habían incrementado de forma constante hasta que Rusia invadió Ucrania. Fue entonces cuando los precios se dispararon y aunque el GLP está resistiendo mejor el impacto, el conflicto también le afecta: ¿sigue siendo una buena alternativa?
En España circulan más de 100.000 vehículos impulsados por GLP: los vehículos particulares representan el porcentaje más bajo porque este combustible ha sido elegido por aquellos que se dedican al transporte de pasajeros. Han apostado por él diferentes ayuntamientos para mover su flota de autobuses públicos o de camiones de basura, los taxis y algunas empresas privadas.
¿La razón? Comparado con la gasolina y el diésel, el gas licuado del petróleo permitía un ahorro de, aproximadamente, el 40% teniendo en cuenta el coste por kilómetro. A esto hay que añadir, además, unas emisiones más reducidas de partículas contaminantes: no en vano, los vehículos impulsados por GLP lucen la etiqueta ECO en su parabrisas.
La invasión de Rusia
Este era el escenario de los motores bifuel (mecánicas que pueden funcionar con gasolina y con gas licuado del petróleo) hasta finales de febrero cuando Rusia declaró la guerra a Ucrania. Hay que tener en cuenta que este combustible es una mezcla de butano y propano, elementos que se obtienen en yacimientos de gas natural o petróleo. La clave está en el consumo que se hace en Europa del primero y del segundo: el 33% (alrededor del 10% en España) y el 20% (respectivamente) proceden de la patria de Putin.
La Unión Europa y otras potencias mundiales como Estados Unidos no han tardado en imponer sanciones económicas a Rusia por su invasión a Ucrania. Movimientos que han provocado que el precio de todos los combustibles se dispare: la gasolina y el diésel son los casos más extremos, pero el GLP no se salva de este incremento.
Más barato… de momento
Hasta ahora, el GLP era más barato por la cantidad que había disponible y por los impuestos que pesan sobre él: son más bajos que los de otros carburantes. En España, la carga impositiva de la gasolina es del 47% y la del diésel se queda en un 43%: la del gas licuado de petróleo es del 22,7%. Razón por la que, de media, este combustible alternativo cuesta la mitad: los precios de este jueves desvelaban una cifra de 0,921€/l frente al 1,844 €/l de la gasolina 95 y el 1,807 €/litro del diésel.
Hasta ahora y a pesar de la constante subida registrada desde enero de 2021 y acentuada en las últimas semanas, el GLP sigue siendo una alternativa más asequible que la gasolina y el diésel… siempre que tengamos un punto de suministro cerca y no recurramos con frecuencia al depósito de combustible tradicional.
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