El Gobierno prepara una modificación en los impuestos de circulación y matriculación

A nadie se le escapa el hecho de que el automóvil es una importantísima -una de las más importantes, de hecho- fuente de ingresos para las arcas públicas. Al fin y al cabo, la compra y utilización de un vehículo privado supone una enorme cantidad de impuestos: desde el impuesto de matriculación hasta el de circulación, sin contar las tasas de inspección técnica, los impuestos a los carburantes o los peajes.

Con una recaudación anual de varios miles de euros, los impuestos de matriculación y circulación son ineludibles, aunque la transformación que ha sufrido el mercado automovilístico en los últimos años ha hecho que el Estado haya tomado la decisión de iniciar un proceso de reforma con el que gravar en mayor medida a los vehículos más contaminantes y favorecer, en exclusiva, a los vehículos más respetuosos con el medio ambiente.

Según el "Plan de Impulso a la Cadena de la Industria de la Automoción" que se hizo público en los últimos días, la administración llevará a cabo en el "medio plazo" una reforma de los impuestos de matriculación y circulación. VER VÍDEO DE ARRIBA.

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Tras la profunda crisis provocada por la incidencia del coronavirus, la industria automovilística demandaba, desde hace semanas, un plan de incentivos que mejorase las previsiones de un sector, el automovilístico, que representa un gran porcentaje del PIB nacional.

El gobierno de Pedro Sánchez da respuesta a éstas demandas con el lanzamiento de un ambicioso plan de ayudas a la industria que incluye una generosa dotación de 550 millones de euros para ayudas directas a la compra de vehículos nuevos para particulares y organismos públicos.