Una apacible jornada de verano puede convertirse en toda una pesadilla. Una deliciosa comida con amigos o familia en el campo, sobremesas que se alargan y de repente un sonido enmudece la apacible charla. La tormenta anuncia la llegada de la lluvia, o incluso del temido granizo. Esas pequeñas bolas de hielo se convierten en proyectiles teledirigidos que no solo te obligarán a buscar un refugio para evitar un fuerte dolor de cabeza, sino que también puede generar una cuantiosa cuenta económica si tu coche se encuentra al descubierto en esos momentos.
Y es que este tipo de fenómeno meteorológico es especialmente habitual entre los meses de mayo y septiembre en el hemisferio norte, causando daños cuantiosos en el sector agricultor, en la industria y también para los propietarios, tanto de viviendas como de vehículos. Persianas, tejados, antenas, parabrisas o incluso la chapa de nuestros automóviles están a merced de la dureza de los pedruscos de hielo. Incluso estudios alemanes realizados recientemente apunta a que el calentamiento global hará que se aumente la probabilidad de granizo en un 50% durante el próximo medio siglo.
Obviamente, hay distintos diámetros para las piedras de granizo, desde los que miden poco más de 5 mm que en ocasiones se consideran aguanieve, o del tamaño de una pelota de tenis. Estas últimas, lejos de dejar una atípica estampa veraniega se convierten en toda una pesadilla ante la que muchas veces no estamos preparados para reaccionar. En zonas como Europa central, Norteamérica, China occidental o el norte de India suelen ser más propensas a este tipo de fenómenos, sin embargo, los servicios meteorológicos tienen muy complicado pronosticar su formación, la cual se suele producir al llegar de la mano de una tormenta eléctrica.
Por ello, te contamos cómo actuar si te encuentras con una tormenta de granizo mientras estás en el coche. VER VÍDEO
En cuanto a las indemnizaciones de los seguros, los daños meteorológicos no están habitualmente cubiertos ni tan siquiera por los servicios a todo riesgo, aunque dependiendo la asegurado han empezado a incluirlo dentro de la coberturas. Los seguros de lunas sí suelen incluir el daño por granizo, por lo que siempre es importante consultar los servicios que tenemos contratados. En el caso de que los daños sean indirectos porque el granizo haya dañado las ramas de un árbol, las tejas o algún alfeizar, los dueños de dichas propiedades se considerarían responsables, también en el caso del sueño municipal.