Granizadas, riadas, incendios naturales...¿lo cubre mi seguro?

La fuerza de la naturaleza, en ocasiones, es demasiado intensa para nuestros coches, aunque sean modernos, seguros y resistentes. Tanto es así que, a veces, nuestro coche acaba completamente destrozado a causa de una granizada, de una gran tromba de agua que convierte las calles en ríos o de un incendio originado de forma natural. ¿Qué pasa con nuestro seguro?

Si tu coche está asegurado a terceros, no tienes ninguna cobertura: si tu vehículo resulta dañado por culpa de un fenómeno meteorológico extremo, lamentablemente tendrás que correr con los gastos de su reparación sin ningún género de duda. Si tenemos en cuenta, además, que en la mayoría de casos los coches asegurados a terceros suelen tener ya cierta edad, generalmente no suele salir a cuenta repararlos.

Si hemos asegurado nuestro coche a todo riesgo, puede que tengas suerte: algunas pólizas sí recogen estos fenómenos dentro de las condiciones, aunque te recomendamos que leas detenidamente las condiciones particulares de tu seguro, ya que algunas no lo incluyen "de base" pero sí dejan ampliar sus coberturas por una pequeña cantidad adicional.

De cualquier forma, hay veces en las que ningún seguro cubre los daños: cuando se declara zona catastrófica, sólo queda reclamar al Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad pública que se encarga de cubrir los daños ocasionados por fenómenos naturales extraordinarios, a condición de que el bien en cuestión -en este caso un vehículo- tenga suscrito un seguro.