UNA SOLUCIÓN MUY EFECTIVA
Guías sonoras: el truco invisible de la DGT para que no te salgas de tu carril
Los accidentes por abandono de carril son muy frecuentes en nuestras carreteras, especialmente en las convencionales. Por eso, más que una molestia, estas bandas sonoras ayudan así a los conductores.
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Cada día se producen en nuestro país decenas de millones de trayectos por carretera. Es algo lógico si tenemos en cuenta que estamos hablando de un país con más de 40 millones de coches y con más de 40 millones de personas, una gran proporción de las cuales utiliza su vehículo a diario para acudir a su puesto de trabajo o a su lugar de estudios. Pese a que no son las carreteras con mayor velocidad de circulación, sí son las carreteras en las que se producen la mayoría de accidentes de tráfico: hablamos de las carreteras convencionales.
Las carreteras convencionales son, de hecho, el escenario del 70% de los accidentes de tráfico que se saldan con víctimas mortales, una proporción demasiado alta que hace que las administraciones estén trabajando constantemente desarrollando soluciones y regulaciones que limiten en la medida de lo posible el impacto de estos accidentes, así como su número.
En los últimos años hemos visto como, por ejemplo, el límite de velocidad genérico en carreteras convencionales pasaba de 100 a 90 km/h, una reducción que si bien no parece muy significativa, ha contribuido a reducir de manera notable los accidentes de circulación. Cruces inteligentes, calzadas pintadas, separación de carriles, vías de tránsito para animales... lo cierto es que existen numerosas soluciones que, en conjunto, permiten que la circulación por las nacionales y comarcales sea más segura y tranquila.
Otra de esas soluciones son las guías sonoras, unas marcaciones completamente invisibles que impiden, sin embargo, que los conductores abandonen su carril de manera involuntaria. ¿Cómo funciona este sistema?
Guías sonoras: invisibles, pero notables
Las guías sonoras son, en realidad, marcas viables fresadas directamente en los arcenes de las carreteras. Se llevan a cabo cuando se asfalta una vía, momento en el que una máquina es capaz de realizar ciertas marcas de corte en la superficie para generar una suerte de dentado invertido (hacia dentro) que, por si mismo, no supone ninguna diferencia para una persona tanto a nivel visual como táctil. Esta modificación toma sentido cuando la pisa un vehículo circulando a alta velocidad.
Es en ese momento cuando las guías sonoras comienzan a funcionar adecuadamente, ya que generan un sonido, una especie de zumbido que es también claramente audible desde el interior del vehículo donde además se siente una vibración. Estas alertas permiten avisar al conductor de que está abandonando su carril y se está aproximando más de lo necesario al arcén, dándole además cierto margen de maniobra para corregir la dirección del coche y recuperar la trayectoria.
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