¿Has repostado el combustible equivocado? Esto es lo que debes (y no debes) hacer

Todos tenemos un mal día. Un día en el que parece que todo sale del revés, en el que estamos despistados, con la cabeza en mil sitios...y podemos cometer algún error que, en circunstancias habituales, serían casi imposibles de cometer...como repostar el combustible erróneo en nuestro coche.

Hay que distinguir entre repostar gasolina en un diésel o gasóleo en un motor de gasolina. Lo primero es más sencillo: la manguera de la gasolina es más pequeña que la toma de combustible por lo que "entrará" sin dificultad. Al contrario es mucho más dificil, la manguera de diésel es más grande que el diámetro de la toma de combustible de un vehículo con motor de gasolina.

Lo ideal (dentro del problema que supone repostar combustible equivocado) es darnos cuenta antes de arrancar nuestro coche. En ese caso, es conveniente avisar rápidamente a nuestro servicio de asistencia en carretera y no arrancarlo -ni siquiera dar el contacto- bajo ningún concepto. Sin arrancarlo, subirlo a una grúa y llevarlo al taller, donde un profesional podrá vaciar el depósito de forma controlada.

Si, lamentablemente, no nos damos cuenta y arrancamos nuestro vehículo después de cargarlo con combustible erróneo, rápidamente notaremos los efectos de la equivocación: tirones, sonidos extraños y pérdidas de potencia. Detener el motor a la mayor brevedad puede suponer la diferencia entre una avería...o un desastre mecánico de grandes proporciones. No dejes girar más el motor, apágalo en un sitio seguro y no lo vuelvas a arrancar.

Tampoco es lo mismo repostar un par de litros de gasolina en un vehículo diésel que llenar hasta arriba el tanque. En el primer caso, sobre todo si nuestro diésel no es de última generación, suele ser suficiente con llenar hasta arriba el depósito con diésel y utilizar el vehículo con suavidad. A medida que el depósito se vaya vaciando, se puede volver a llenar de diésel para disminuir gradualmente la proporción del combustible erróneo.