POR ESO HAY QUE TENER EN CUENTA LAS LEYES Y RESPETARLAS
Hoy la otra cara de la moneda: el accidente de un ciclista, con denuncia incluida, por adelantar indebidamente
El otro día os hablábamos del adelantamiento de un coche a un ciclista y que la DGT aplaudía. Pues bien, hoy os traemos el caso contrario con un imprudente ciclista que, además de adelantar mal, sufre un accidente.
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Fue hace escasos días cuando un vídeo de un conductor rebasando una línea continua para adelantar a un ciclista suscitaba una gran polémica pese a que lo realizaba correctamente. Pues bien, hoy nos topamos con la otra cara de la moneda en la que un ciclista adelanta indebidamente a un coche, sufre un accidente y recibe una denuncia pero, ¿es solo culpa del ciclista? Vamos a descubrirlo.
Pero antes de analizarlo es necesario ponernos en contexto. Y es que dicha situación tuvo lugar en la carretera BV-5114 en Campins, concretamente en el Parque Natural del Monteseny, Cataluña. Allí nos encontramos con un vehículo que graba la escena en la que un ciclista intenta adelantar indebida e imprudentemente al coche de delante, un Dacia Duster.
500 euros de multa por el adelantamiento imprudente
Pese a que la carretera es estrecha, esta cuenta con doble sentido, y la velocidad máxima de la vía es de 50 km/h, velocidad a la que parecen circular tanto el coche desde el que el copiloto graba como el Dacia al que el ciclista intenta rebasar. Y es que el coche anterior ya había sido adelantado por este mismo y ahora se dispone a hacer lo propio con el SUV rumano, pero no de la manera más adecuada.
Y es que aunque bien es cierto que el doble sentido no está delimitado por una línea continua o discontiuna, el sentido común nos dice que no debemos adelantar en dicha carretera, y menos sin visibilidad o una señal que nos permita hacerlo. A ello debemos sumarle que, cuando el ciclista lo intenta, es en una curva cuesta arriba prácticamente ciega.
Además, el ciclista no mantiene la distancia de seguridad con el Dacia Duster, pudiendo haber sufrido así otro tipo de accidente. Y aunque bien es cierto que el coche podría haber dejado pasar al ciclista y olvidarse del asunto pese a que no está obligado y menos circulando correctamente, la culpa recae, principalmente, sobre el ciclista. Pero es precisamente en ese momento en el que el ciclista intenta adelantar cuando aparece un Volvo por el carril contrario circulando a una velocidad prudencial y choca, irremediablemente, con el ciclista, quien cae al suelo sufriendo heridas leves.
El problema radica, principalmente, en la impaciencia del ciclista intentando adelantar a vehículos circulando correctamente en zonas en las que no está permitido el adelantamiento y hacerlo igualmente de manera peligrosa. Es por ello que, además de las magulladuras por el golpe, el ciclista ha recibido una sanción de 500 euros por conducción temeraria.
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