Impuesto al CO2: la tasa que castiga a los vehículos más contaminantes

Impuesto de matriculación, de circulación, del diésel… y ahora del CO2. En España se ha creado una tasa destinada a gravar las emisiones de los coches que será una realidad el próximo mes de noviembre. Eso sí, no se trata de una carga nacional: por ahora sólo estará activa en Cataluña, donde la recaudación se destinará a luchar contra el cambio climático y a proteger el medio ambiente.

Ha tardado, pero ha llegado. Corría el año 2017 cuando la Generalitat presentó sus presupuestos, un documento en el que se incluía un nuevo gravamen para los vehículos (coches, motos y furgonetas). Una tasa que primero superó un recurso de inconstitucionalidad del Gobierno de Mariano Rajoy y, después, los numerosos aplazamientos a consecuencia de la pandemia del coronavirus. En su particular calendario, 2021 se ha fijado como el momento en el que entrará en vigor.

El objetivo del impuesto al CO2 (dióxido de carbono) no es otro que penar, de alguna manera, a los coches, motos y furgonetas más contaminantes. ¿Cómo pretende hacerlo? Con un impuesto progresivo: en función del nivel de emisiones de cada modelo pagarán una cifra mayor o menor. Un pago que, igual que ocurre con el impuesto de circulación, será anual.

Los tramos del impuesto de CO2

Como decíamos, el nuevo gravamen será gradual. La Generalitat ha optado por una fórmula semejante a la que se emplea para establecer cuánto paga cada coche en el impuesto de matriculación, es decir, ha diseñado cuatro tramos para aquellos coches y motos que tienen una emisiones superiores a los 120 gr/km de CO2. Estos son:

• 120 y 140 gr/km: 0,55 euros por cada gramo.
• 140 y 160 gr/km: 0,65 euros.
• 160 y 200 gr/km: 0,80 euros.
• Más de 200 gr/km: 1,1 euros por cada gramo que supere este nivel.

En el caso de las furgonetas, el impuesto sólo afecta a aquellas que tengan unas emisiones superiores a los 160 gr/km de CO2. En este caso pagarán 0,3 euros por cada gramo que supere este listón.

¿Cuándo entrará en vigor?

El impuesto al CO2 empezará a cobrarse a partir de noviembre de 2021, aunque habrá algunas excepciones. Los vehículos históricos, las ambulancias, los coches oficiales y aquellos utilizados por personas con movilidad reducida estarán exentos de abonarlo aunque superen los tramos antes reseñados.

La Generalitat calcula que, de media, los vehículos más contaminantes pagarán unos 35 euros. Según sus estimaciones planean recaudar 67 millones de euros, aproximadamente, que irán a parar a las arcas de la Oficina de Cambio Climático.