Los fabricantes siguen apoyando al diésel y éstas son sus razones

El diésel vive estos meses un tiempo especialmente convulso. Los continuos escándalos empresariales, la aparición de métodos de transporte más limpios como los vehículos eléctricos e híbridos o la puesta en marcha de nuevas normas como la anticontaminación Euro 6d o el ciclo de homologación de consumos WLTP han hecho que el diésel como combustible vea mermada su popularidad.

Y es que hasta los propios gobiernos parece que se han puesto de acuerdo para luchar contra este carburante, una actitud que no tiene porqué ser positiva. Tanto es así que la propia industria del automóvil se ha posicionado a favor del diésel: el gasóleo no es el problema, sino la presencia de vehículos antiguos en nuestras carreteras, con índices contaminantes sensiblemente superiores.

ANFAC, (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) ha emitido un comunicado en el que intenta aclarar la situación. Y es que el problema principal no lo tiene el diésel, lo tienen los vehículos más antiguos. Un diésel actual, que se venda a día de hoy, es igual o menos contaminante que un vehículo con motor de gasolina.