HASTA UN 312% EN HÍBRIDOS DIÉSEL
Un informe europeo revela cómo los híbridos enchufables contaminan más que los coches de combustión
Un nuevo informe de la Comisión Europea confirma una de las cosas que todo el mundo sabía, los híbridos enchufables emiten más de lo reconocido por ciclo WLTP y no es culpa de ellos.
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Si recientemente has cambiado de vehículo y uno de los motivos por los que elegiste un híbrido enchufable era respetar el medio ambiente, lamento decirte que estás equivocado. Aunque los coches híbridos enchufables prometen menores emisiones, la realidad es otra. Según el nuevo informe de la Comisión Europea, no son tan eco-friendly como parecen.
Desde su llegada al mercado, este tipo de vehículos se han presentado como una solución para aquellos interesados en reducir su huella de carbono sin sacrificar la comodidad de un coche de combustión. Se trata de coches de combustión que están equipados con una batería que les permite recorrer decenas de kilómetros utilizando solo energía eléctrica.
Además, si no quieres agotar toda la batería, puedes combinar su uso con el motor de combustión, lo que reduce el consumo de gasolina del vehículo.
Durante muchos años, la mayoría de los conductores han sospechado que los propietarios de este tipo de vehículos no los utilizan correctamente. La mayoría de quienes adquieren uno lo hacen para conseguir los beneficios de tener un coche eléctrico.
En vez de recargar la batería regularmente y utilizar el motor eléctrico, la mayoría los utilizan como si fueran vehículos tradicionales de gasolina o diésel. En nuestro país, estos modelos tienen beneficios fiscales y administrativos de coches eléctricos, incluyéndose la etiqueta 0.
Según el informe de la Comisión Europea, basado en datos de 123.740 vehículos recopilados en 2021 a través del sistema OBFCM (On-Board Fuel Consumption Meter), los datos son claros: los híbridos consumen en promedio 3,5 veces más combustible del que deberían. En términos de consumo real, esto se traduce en 5,94 litros por cada 100 kilómetros recorridos, frente a los 1,69 litros que se acreditan.
En cuanto al CO₂, los datos no son mejores. Según el informe, se esperaba que las emisiones fueran de 13,59 gramos, pero el consumo real lleva hasta los 139 gramos de CO₂ por kilómetro. A primera vista, parece que las marcas falsifican los datos, pero no es así, el informe refleja el mal uso de los conductores.
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