UNA CURIOSA INICIATIVA
La ingeniosa idea de este pueblo para que los conductores reduzcan su velocidad sin la necesidad de radares
Bauné, una pequeña localidad del oeste de Francia, ha adoptado una alocada e ingeniosa medida para hacer que los conductores que atraviesen su calles cumplan con los límites de velocidad sin necesidad de radares o badenes. Y parece que ha funcionado.
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El exceso de velocidad es una de las mayores causas de muerte en carretera. Según un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres muertes relacionadas con el tráfico tiene como motivo principal una velocidad inadecuada. Por esta razón, las autoridades ponen cada vez más empeño en establecer sistemas de control que obligue a los conductores a respetar los límites de velocidad.
En zona urbana, algunos de los elementos utilizados para combatir los excesos de velocidad son los badenes, las rotondas, los semáforos o los radares. Con estas medidas aumenta la probabilidad de que los usuarios que se encuentren circulando por la carretera vayan a la velocidad indicada, reduciendo así el riesgo por accidente.
En Bauné, un pequeño pueblo situado cerca de Angers, al oeste de Francia, las autoridades han optado por aplicar una curiosa, a la par que ingeniosa, iniciativa para combatir los excesos de velocidad que circulan por la localidad.
En uno de los puntos más críticos del pueblo, los conductores acostumbraban a rebasar el límite de velocidad establecido de 30 km/h. Por esta razón, los agentes han decidido pintar una serie de líneas con forma de onda de color blanco con el objetivo de poner fin a este problema.
"Por el momento está funcionando. Soy consciente de que puede resultar desorientador y que debemos tener cuidado, especialmente con las personas mayores", aseguraba el alcalde Jean-Charles Prono a Euronews.
Pese a la existencia de señales en el sentido de esa calle, la gente conduce rápido, siendo muy difícil hacer que reduzcan la velocidad. “El objetivo es atraer la atención de los conductores para que conduzcan con prudencia”, agregaba el político a los medios.
Sin embargo, como sucede con todas la medidas, existen críticos. Pese a que la medida parece estar funcionado con éxito, son muchos los que consideran que lo que se le ha hecho a la carretera es más propio del urbanismo táctico y critican directamente al alcalde: "no es su jardín privado".
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